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Los vecinos protestan por la remodelación de la plaza de Manuel Becerra

El Ayuntamiento sostiene que los trabajos mejorarán la circulación en la zona

Jesús Sérvulo González

Dos centenares de vecinos de la calle de Francisco Silvela, en el distrito de Salamanca, criticaron ayer las obras que realiza el Ayuntamiento para rehabilitar la plaza de Manuel Becerra. El plan municipal concentrará en la calle de Francisco Silvela las dársenas de autobuses de ocho líneas de la EMT, que ahora están repartidas entre la plaza y esa calle. Todas las paradas de autobuses serán paralelas al parque de Eva Perón, muy cerca de las viviendas.

"Tendremos contaminación, polución y ruido. No podremos abrir las ventanas", indica Sagrario Losada, mientras sostiene una gran pancarta que reza: "No atropellen nuestros derechos". Junto a ella, otros 50 vecinos de siete inmuebles de la calle de Francisco Silvela protestan por las obras de reforma de la plaza de Manuel Becerra. La calle está poblada de carteles en contra del proyecto. Incluso hay uno en la casa parroquial de la iglesia de Covadonga.

El proyecto, que tiene un presupuesto de 2.425.336 millones de euros, estará concluido el próximo diciembre. Las obras comenzaron el pasado viernes. El Ayuntamiento desplazará a lo largo de la calle de Francisco Silvela, paralelo al parque de Eva Perón, las dársenas de autobuses que ahora están por toda la plaza. "Esto se va a poblar de autobuses", se queja Carlos Lage, otro de los vecinos del barrio. "Las flores, las plantas y los bancos van a desaparecer", añade Lage.

Un portavoz del Consorcio Regional de Transporte explica que no está previsto aumentar el número de líneas. "Aunque los trabajos, que realiza la Concejalía de Medio Ambiente, dejarán preparada la zona por si hubiera que aumentar las líneas en función de la demanda", añade el portavoz.

Otra vecina, Sagrario Lage, explica: "No estamos en contra del transporte público, pero sí de que pongan los autobuses frente a las puertas de nuestras casas". Los vecinos afirman que se enteraron de las obras un día antes del comienzo. "Por un pequeño cartel pegado en los portales de nuestras casas", explican.

Fermín Oslé, director general de Vías Públicas, explica que se eliminarán los espacios ocupados por los vehículos para facilitar el desplazamiento del peatón. "Ahora hay movimientos que los vecinos tienen que hacer sobre la calzada. Es muy peligroso", señala el director general. Oslé reconoce que, una vez acabadas las obras, la calle tendrá "algo más de movimiento del que tiene ahora. Pero no mucho más", precisa. "Mejoraremos la distribución del tráfico".

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"La plaza de Manuel Becerra quedará muy bonita, y a nosotros nos dejan la basura", protesta José Ignacio Gavilanes. El responsable municipal replica que "el bulevar es un trozo de vía pública que ahora está desaprovechado. No tiene ningún uso". Además, añade: "Habilitaremos algunas zonas para los peatones. El parque [de Eva Perón] se queda como está. No se toca".

Ángeles Sánchez, portavoz de la plataforma de vecinos, destaca que "la obra afectará a cerca de 1.500 vecinos de los números 3, 5, 7, 9 y 11 de Francisco Silvela". Sánchez asegura que más de 200 personas han firmado un manifiesto en contra de los trabajos municipales. "Hemos visitado al concejal de distrito. No nos ha dado explicaciones. Hemos intentado reunirnos con la concejal de Medio Ambiente, pero no nos ha recibido", relata Sánchez. "No tenemos información".

El edil socialista José Contreras criticó ayer "la incompetencia de la Junta Municipal del distrito de Salamanca". Contreras señala que el concejal de distrito "no tiene conocimiento de lo que ocurre. No tiene capacidad para decidir".

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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