La crisis en el diario 'Libération' se cobra la cabeza de su director
Rothschild supedita la inyección de capital a la renovación de la cúpula
La larga y sostenida crisis de Libération, el diario francés fundado por Jean-Paul Sartre en la estela del mayo de 1968, vivió ayer un nuevo capítulo con la prácticamente segura salida de su director, Serge July, cofundador del periódico en 1973. El primer accionista del rotativo parisino, el financiero Eduard de Rothschild, ha visto cómo se han volatilizado los 20 millones de euros que aportó el año pasado y ha forzado la salida de July y del director general de la publicación, Louis Dreyfus.
Serge July, de 63 años, se declaró ayer dispuesto a abandonar la dirección de Libération, si con ello despeja la vía para que Rothschild -que controla el 38,8% del capital- rellene de nuevo las cajas vacías del rotativo. La sociedad civil que agrupa al personal del periódico controla un 18,6%.
En 2005, las pérdidas de Libération ascendieron a 14 millones de euros. En el primer trimestre de 2006, el rotativo perdió 2,5 millones, una cantidad que se aleja de las previsiones para la totalidad de ejercicio, que fijaban unas pérdidas máximas de 3,5 millones. El diario económico Les Echos cifraba ayer en 15 millones la cantidad necesaria para sacar a flote a la emblemática cabecera.
Desde que se produjera el desembarco del financiero, -cuya familia representa en el imaginario popular el epítome del capitalismo liberal- la dirección de Libération ha acometido una serie de reformas, desde un plan de reducción de plantilla que desembocó en una huelga de 10 días el pasado noviembre, hasta la reciente salida del suplemento Ecrans, que ha supuesto un considerable aumento de ventas en el número del fin de semana.
Sin embargo, globalmente, Libération se halla muy lejos de poder recuperar los casi 50.000 ejemplares que, de forma progresiva, ha perdido en los últimos años. En el primer trimestre de 2006, la difusión del diario volvió a caer un 0,8%, sobre todo por la reducción de las ventas en quiosco, que se redujeron en un 5,5%. Libération vende actualmente algo menos de 140.000 ejemplares diarios.
Paradoja
La paradoja es que el 22 de abril de 2002, el día después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales que colocaron al líder ultraderechistra Jean Marie Le Pen frente a Jacques Chirac, Libération hizo una tirada de un millón de ejemplares y vendió cerca de 800.000.
Aparentemente, Rothschild aceptó entrar en el capital de Libération para convertirlo en el periódico de referencia de los jóvenes del gran París.
Pero los fondos que aportó desaparecieron con rapidez; una parte para saldar las deudas de más de seis millones y otra para financiar el plan de reducción de plantilla, que tuvo un coste de siete millones.
July y Dreyfus habían pedido a Rothschild que inyectara más dinero en lasociedad para financiar la salida de Ecrans y hacer frente a otros proyectos, como una edición de domingo. En Francia la mayoría de los diarios no se publican el domingo.
Según cuenta su competidor Le Monde, el pasado 9 de junio Rothschild envió una carta al consejo de administración en la que manifestaba su "falta de confianza" en los actuales gestores del rotativo. La misma fuente asegura que al día siguiente comunicó "de viva voz" a July su deseo de que abandone la dirección. July, aseguran, habría pedido una indemnización de 500.000 euros por abandonar el cargo de director.
Según difundieron ayer varias emisoras de radio, el empresario Rothschild había entrado en contacto con Edwy Plenel, ex director de la redacción de Le Monde, para sustituir a July.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.