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Leganés despide la gira de los Príncipes por los grandes municipios de la región

Don Felipe recuerda el 11-M y agradece la "lealtad y cercanía" demostrada por el pueblo

Daniel Verdú

Los príncipes de Asturias, don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz, visitaron ayer la ciudad de Leganés en la última parada de la ronda de visitas a cuatro de los grandes municipios de la región. Acompañados de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, visitaron el Ayuntamiento del municipio y a los miembros de su Corporación. Además, entre otras actividades, inauguraron un centro para disminuidos psíquicos y visitaron una empresa farmacéutica. El Príncipe, en su discurso final, destacó su "compromiso personal", para "seguir construyendo una España cada vez mejor".

El cielo sostenía con dificultad la lluvia que se avecinaba. Pero miles de personas aguardaban ajenas a ese esfuerzo e impacientes la llegada de los Príncipes en la plaza de España, de Leganés. Se retrasaban, y el público estallaba de alegría cada vez que una cámara de televisión le enfocaba. Pero apareció Esperanza Aguirre y se olvidaron de los objetivos. Chaqueta rosa y pantalón negro, no escatimó saludos y besos. Un poco más tarde de lo previsto, llegaban los Príncipes.

El príncipe Felipe y la princesa Letizia, que vestía un pantalón blanco y una chaqueta a rayas blancas y negras, recorrieron la plaza saludando a los anfitriones. La gente lucía pins, fotos y todo tipo de merchandising para la ocasión. Paqui Escribano, una leganense que llevaba horas esperando, permanecía de pie junto a un retrato de los Príncipes y la infanta Leonor que llevaba meses pintando. "Si me dan el visto bueno, lo acabo", decía mientras daba explicaciones sobre su obra. Posteriormente saludaron a los concejales (los de IU lucían un pin republicano en la solapa), a la delegada del Gobierno, Soledad Mestre, y a la secretaria de Estado de Cooperación Territorial, Ana Isabel Leyva. Dentro del Consistorio mantuvieron una reunión de trabajo, en la que don Felipe sorprendió por sus conocimientos sobre la zona.

Tras abandonar el Ayuntamiento y dar la esperada aprobación al lienzo de Paqui, sus altezas se marcharon a inaugurar un centro de atención a disminuidos psíquicos adultos de Leganés. Beatriz Liébana, una de las internas, les obsequió con un ramo de flores. "El Príncipe es muy majo y simpático", decía emocionada tras realizar la entrega. Don Felipe y doña Letizia descubrieron la placa con la que el centro les homenajeó y, tras visitar el complejo, se marcharon a almorzar a un hotel de la localidad junto a unas 80 personalidades del municipio. El cielo cedió y comenzaron las lluvias de la tarde.

Tras el almuerzo, la comitiva hizo una parada en la Ciudad de los Muchachos. Un centro-escuela para menores en riesgo social que se creó en 1970 y cuyo funcionamiento simula a una pequeña localidad de 90 "vecinos", con su propio ayuntamiento, iglesia, casino, banco, discoteca..., "gobernados" todos por una asamblea de menores. Ahí fueron recibidos por su creador, el Tío Alberto Muñiz, el alcalde del centro y varios de los internos. "Hombre, yo no soy monárquica, pero un poco de curiosidad sí tengo", decía Rocío, una de las internas que lucía un ojo pintado y un aspecto punk.

Finalmente, y tras visitar la empresa farmacéutica Roche, los Príncipes se dirigieron al auditorio municipal de Las Dehesillas. Ahí les esperaba un grupo de unos 70 republicanos coreando consignas anti monárquicas y exhibía banderas republicanas y comunistas. La comitiva sorteó la protesta y los Príncipes saludaron a los escasos leganenses que les recibieron. "Hay más policía que figurantes", cantaban los manifestantes en alusión al número de gente que se acercó al recinto.

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En su discurso, el Príncipe, como ya hiciera el pasado día 2 en Alcalá de Henares, recordó la trágica jornada del 11-M y destacó cómo en "tan duros momentos" sus habitantes demostraron un "total rechazo a la barbarie terrorista, resuelta confianza en el futuro y firme voluntad de convivencia en armonía". La referencia al brutal atentado tenía especial significado en Leganés, ya que en un piso de esta localidad fue donde se suicidaron siete terroristas el 3 de abril de 2004. Aquí también perdió la vida en la operación antiterrorista el geo Francisco Javier Torronteras.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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