La UE debatirá crear un organismo de derechos humanos

Austria, que ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea, presentará en la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, que tendrá lugar los días 15 y 16 de junio en Bruselas, la propuesta para crear un organismo europeo sobre derechos fundamentales, asunto que será abordado en el Consejo de Ministros de Exteriores que hoy se celebra en Luxemburgo, que prepara la agenda del Consejo Europeo.

El objetivo del organismo será realizar informes y evaluaciones sobre el grado de cumplimiento de los derechos humanos en la UE. El acuerdo de los Estados miembros de permitir un examen por parte de una agencia europea es un avance significativo sobre el ejercicio de estos derechos. La creación del organismo cobra una especial relevancia después de las graves infracciones cometidas en varios Estados miembros en relación con los vuelos y cárceles secretas promovidas por la CIA.

La agencia supondría un instrumento fundamental para el Consejo, porque se le podría pedir la realización de dictámenes específicos en los supuestos de violaciones graves de los derechos humanos.

Algunas ONG han sugerido, no obstante, que no debería limitarse a realizar informes, sino que también podría proponer sanciones. La presidencia austriaca pretende que la agencia esté operativa a partir de enero de 2007. Para reforzar la independencia del organismo, se prevé que un miembro del Consejo de Europa forme parte de su dirección. También mantendrá vinculaciones con organizaciones de la sociedad civil.

La propuesta será analizada en el consejo de Exteriores de hoy y el objetivo es "alcanzar un acuerdo político" en la próxima cumbre. La iniciativa se enfrenta, no obstante, a tres tipos de obstáculos: ámbito geográfico, base jurídica y procedimiento de nombramiento del director.

Sobre el ámbito geográfico, varios países consideran que además del espacio de la UE, la agencia debería tener también jurisdicción en los territorios de los futuros aspirantes, como es el caso de los Balcanes occidentales. En estos países, con los que la UE mantiene Acuerdos de Estabilización y Asociación como fase previa al establecimiento de negociaciones de adhesión, la falta de respeto a los derechos humanos es uno de los obstáculos más serios para su acercamiento a Europa.

Sobre la base jurídica también existen discrepancias. Algunos Estados miembros consideran que el derecho aplicable sería exclusivamente el contenido en los Tratados de la Unión, mientras que otros estiman que también se deberían incluir los Acuerdos Intergubernamentales de los Estados miembros.

El Reino Unido se opone a que se incluya en el texto articulado la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión, proclamada en el consejo de Niza en diciembre de 2000. En cuanto al nombramiento del director del nuevo organismo, se pretende establecer un mecanismo que garantice la independencia del procedimiento.

La agencia sería en realidad una transformación del Observatorio de Fenómenos Racistas y Xenófobos, con sede en Viena, el cual hasta ahora ha prestado especial atención a los inmigrantes, a las peticiones de asilo y a los problemas de racismo y xenofobia. Añadirá a estas competencias la protección de minorías y la lucha contra la discriminación por razón del sexo.

Por otro lado, los ministros de Exteriores de los Veinticinco intentarán desbloquear el primer tropiezo serio que han sufrido las negociaciones de adhesión con Turquía por el bloqueo de Chipre, cuya delegación, con discreto apoyo de Grecia, se opone al cierre del primero de los 35 capítulos de las negociaciones de adhesión, dedicado a Ciencia, Investigación y Desarrollo.

Contenido técnico

Los negociadores habían escogido precisamente este capítulo de contenido estrictamente técnico para allanar el inicio de las negociaciones. Sin embargo, Chipre exigió que en el acuerdo figurase un reconocimiento de las autoridades de Nicosia por parte del Gobierno de Ankara. Una delegación planteó como alternativa una mención al acuerdo del pasado septiembre que significaba un reconocimiento implícito de Chipre, al recordar que las negociaciones de Turquía se desarrollaban con los 25 Estados miembros.

Sorprendentemente, Chipre no ha puesto ningún obstáculo al acuerdo del Consejo que examina el desarrollo del proceso de adhesión establecido hace años entre Turquía y la UE.

En cualquier caso, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Abdullah Gül, advirtió ayer que no tomaría el avión para acudir a la reunión de Luxemburgo si no tenía garantías de que había consenso por parte de los Veinticinco en cerrar el primer capítulo de las negociaciones.

En cierta manera, se repite el clima de incertidumbre que ya se vivió el pasado 3 de octubre, cuando la UE acordó el inicio de negociaciones con Turquía y Croacia. Gül advirtió en esa ocasión que no asistiría a la reunión si no le daban garantías de acuerdo.Las dificultades puestas por Chipre se añaden a los problemas internos del Gobierno de Ankara, que tropieza cada vez más con una mayor oposición al proceso de integración en la Unión Europea.