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La sombra de Afinsa llega a San Petersburgo

El G-8 quiere aumentar la educación financiera de los consumidores y mejorar las normas

Los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados del mundo (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) más Rusia -el llamado G-8- han puesto el acento durante sus dos días de reuniones clausuradas ayer en San Petersburgo (Rusia) en temas concretos más allá de una valoración genérica positiva de la actividad económica internacional. A iniciativa del ministro ruso, Alexéi Kudrin, y del flamante director general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, la reunión ha lanzado un amplio plan de "alfabetización financiera" para mejorar la educación en este tema de los ciudadanos. Aunque no se mencionan por su nombre, escándalos financieros como el de Afinsa-Fórum Filatélico, y otros ejemplos recientes están detrás de la decisión adoptada por los ministros.

El comunicado final del G-8 despacha con una frase de pocas líneas la coyuntura económica internacional. "El crecimiento global sigue con fuerza y gradualmente está mejor extendido. No obstante, permanecen los riesgos a la baja derivados de los elevados y volátiles precios de la energía y de los desequilibrios globales

[déficit exterior de EE UU y superávit de China] más amplios", señala. "Subrayamos que el ajuste económico global es una responsabilidad compartida, reiteramos nuestro compromiso de hacer frente a los desequilibrios globales", añade.

Rodrigo Rato, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), calificó la reunión como un encuentro normal, aunque ha salido convencido de que su nueva iniciativa sobre las consultas multilaterales para reducir los desequilibrios, que empezará con una reunión entre Estados Unidos, los países de la eurozona, Japón, Arabia Saudí y China, con el FMI, dará resultados este mismo año.

"Es obvio que los desequilibrios no se van a corregir el año próximo. Pero tengo la impresión de que esta primera ronda de contactos con cinco actores relevantes en materia de desequilibrios arrojará resultados a finales de 2006. Después de esto vendrán reuniones con otros países sobre temas distintos", explicó Rato a EL PAÍS.

Sobre el calendario, el director gerente señaló que este encuentro tendrá lugar en el último trimestre de este año. "Esto ocurrirá después de la asamblea anual del FMI en Singapur, en septiembre próximo", añadió.

Aunque la ausencia de los gobernadores de bancos centrales en esta reunión ha llevado a dejar aparcados los temas monetarios de inflación, tipos de interés y tipos de cambio, los ministros han analizado la inestabilidad de los mercados bursátiles y financieros de los últimos dos meses. "Los precios de la energía y el déficit de las balanzas de pagos son dos riesgos. Y hay un riesgo conexo que son las tensiones financieras en el mundo. Yo diría que no hay más optimismo ni más preocupación que hace algunos meses, aunque la preocupación por la inflación es mayor", resumió Tomasso Padoa-Schioppa, ministro de Economía de Italia.

Menos macroeconomía y más contacto con los problemas reales de las economías parece ser una de las conclusiones de esta reunión. Uno de los compromisos que han concitado especial vigor político, por primera vez, es el de reforzar la alfabetización financiera de los consumidores, mejorar las prácticas y dictar una normativa de control más eficaz.

El ministro de Finanzas ruso, Alexéi Kudrin, y el nuevo director general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, han conseguido el apoyo para convocar una conferencia internacional en Moscú sobre cultura financiera.

La OCDE acaba de presentar un nuevo informe sobre analfabetismo o incultura financiera, donde pinta un cuadro más bien preocupante. La sombra alargada de escándalos como el reciente Afinsa-Fórum Filatélico en España, es un mensaje que el G-8, aun cuando se cuida de no citar con nombre y apellido, ha captado.

Según explicó Kudrin, de los cuestionarios realizados por la OCDE se deduce que los contribuyentes, en la mayoría de los países, "confiesan tener más miedo a rellenar la declaración del impuesto sobre la renta que a ir al dentista".

Con todo, aun cuando se pueden hacer esfuerzos por mejorar la cultura financiera, lo que los economistas llaman el comportamiento de rebaño de los inversores es un rasgo que acompaña todos los periodos de auge en los mercados bursátiles y financieros.

"Como prueba la crisis más reciente de Asia, en 1998, los inversores viven demasiado tiempo en un estado de expresión de deseos, en el cual no cabe el análisis profundo de los riesgos que se van acumulando, los cuales desembocan, en cierto momento, en un estallido", advierte el economista Nouriel Roubini, profesor de la asignatura de economía y negocios internacionales en la Universidad de Nueva York.

Los ministros de Finanzas del G-8 (los siete países más industrializados más Rusia) posan en San Petersburgo acompañados por el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, primero por la izquierda; el director general de la OCDE, José Ángel Gurría, a su lado; el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, segundo por la derecha, y el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, primero por la derecha.
Los ministros de Finanzas del G-8 (los siete países más industrializados más Rusia) posan en San Petersburgo acompañados por el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, primero por la izquierda; el director general de la OCDE, José Ángel Gurría, a su lado; el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, segundo por la derecha, y el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, primero por la derecha.REUTERS

La seguridad energética, ausente

En la recta final de la cumbre anual del G-8 -entre el 15 y el 17 de julio próximos-, el principal objetivo de Rusia brilla por su ausencia. El presidente Vladímir Putin lanzó en enero los trabajos preparatorios con una declaración precisa: "Este año, nuestro plan es urgir a nuestros socios a redoblar esfuerzos para asegurar la seguridad energética global. Creemos que es crucial hoy encontrar una solución al problema que afecta directamente al desarrollo social y económico de todos los países sin excepción", subrayó.

Ni la reunión de los ministros de Energía del G-8, en marzo, ni la de los de Finanzas ayer han avanzado en dicho asunto. En el comunicado del G-8 se señala que el debate abordó la "situación en los mercados de energía y los riesgos que suponen los elevados precios del petróleo para que la economía siga avanzando", así como que es necesario favorecer las inversiones en el sector y una "mayor transparencia y eficiencia". Quizá para salvar la cara, se aprobó ayer un comunicado anejo sobre el tema, en el que se acuerda "adoptar medidas para aliviar la pobreza energética", sobre todo en el África subsahariana.

La seguridad energética como tal no ha estado en la agenda de los ministros de Finanzas, sino objeto de trato bilateral. "Rusia es uno de los países que por su peso en la producción mundial de petróleo y gas se han beneficiado más en los últimos años y que, por ello, goza de una posición estratégica clarísima. La idea de asegurar la seguridad energética se ha quedado en eso, en buenas intenciones", dijo una fuente conocedora de los trabajos internos del G-8.

El temor a una interrupción del suministro de gas de Rusia a Europa, como ocurrió a principios de año, sigue en pie, sobre todo cuando la producción de la rusa Gazprom, cuyo principal accionista es el Estado, está en fase de estancamiento y se ha planteado recurrir a China.

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