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El futuro de Cataluña

Pasqual Maragall ve "precipitado" celebrar las elecciones autonómicas en octubre

El presidente de la Generalitat y José Montilla se piropean en un mitin en Mataró

Miquel Noguer

Con el afianzándose, al menos en las encuestas, los socialistas se permitieron ayer un alto estatutario para convertir el mitin que celebraron en Mataró en un acto de autoafirmación del Gobierno de Pasqual Maragall, quien reiteró que le queda "mucho por hacer" y colmó de elogios a José Montilla, que le respondió de la misma guisa. Eso, tras una mañana en que el presidente juzgó "precipitado" celebrar elecciones en octubre y volvió a jugar al despiste sobre su futuro. Primero mostrándose convencido de ganar si se presenta y, después, admitiendo que su candidatura depende del PSC.

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Había cierta expectación en Mataró (Maresme). El PSC había prometido encuentro, paseo y fotografía de los dos dirigentes socialistas que, sin haber expresado su deseo de competir por la Generalitat, todos sitúan en una endiablada carrera de obstáculos, uno por quedarse donde está y el otro por apartarle. Al final no hubo paseo por falta de tiempo. Pero la liturgia de mitin manda, y Maragall y José Montilla se dejaron fotografiar juntos, sonrientes y abrazados en la puerta de la Nova Aliança de Mataró.

Una vez dentro, y bajo los focos, los cuchillos que ven muchos se convirtieron en elogios. El primer secretario de los socialistas catalanes colmó de alabanzas al presidente de la Generalitat por haber introducido en su Gobierno la transparencia, la agilidad, sanear los presupuestos, hacer política social, mejorar la economía e impulsar la reforma del Estatuto. A tal ristra de elogios, Maragall respondió con otros. Alabó la defensa de las empresas catalanas, que, a su parecer, ha hecho Montilla desde el Ministerio de Industria, le agradeció haber parado el Plan Hidrológico Nacional y el traslado a Cataluña de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Sólo levantó alguna suspicacia cuando elogió la labor de Montilla en la crisis generada por el anuncio de Iberia de anular buena parte de sus vuelos desde Barcelona y recordó la implicación del ministro en la interconexión eléctrica con Francia que tantos quebraderos e cabeza ha dado al Gobierno catalán.

Maragall también aprovechó la presencia en el mitin de hasta ocho consejeros de su Gobierno para colmarlos de elogios. Pero a un repaso de deberes hechos, que a más de uno le sonó a despedida, le siguió el "nos queda mucho por hacer después del 18".

Y todo ello después de una mañana en que el presidente se dedicó a especular sobre su futuro en una entrevista en RAC-1. Primero, recordando que, de presentarse a unas terceras elecciones a la Generalitat, "volvería a ganarlas". Y después para admitir que, en su decisión, no sólo pesarán sus reflexiones personales. "Sobre esta cuestión se ha de pronunciar el partido", dijo antes de añadir que tendrá "un cierto peso lo que diga yo mismo, lo que diga José Montilla y algunos otros".

Tomó buena nota de estas palabras Miquel Iceta, viceprimer secretario del PSC, que se define a él mismo como un hombre "muy de Montilla". En una rueda de prensa celebrada en la sede de la agencia Efe en Barcelona, Iceta recordó que la permanencia o no de Maragall al frente de la candidatura socialista la decidirá el PSC "con los mecanismos que tenemos establecidos". Aunque añadió que la decisión depende, en primer lugar, del propio Maragall.

Pasqual Maragall (izquierda) y José Montilla, en el mitin de ayer en Mataró.
Pasqual Maragall (izquierda) y José Montilla, en el mitin de ayer en Mataró.JORDI BARRERAS

¿Un charnego 'president'?

Unas palabras de Pasqual Maragall en una entrevista le hicieron pasar ayer un mal trago y ser objeto de las críticas del resto de los partidos. En una entrevista al diario Avui, Maragall calificó de "desafortunados" los comentarios del ministro Jordi Sevilla sobre que Cataluña no está preparada para tener un presidente charnego, en referencia a la posible candidatura de José Montilla para las autonómicas. Preguntado sobre este punto, el presidente comenta en esa entrevista: "Para ser presidente de la Generalitat es importante dónde has nacido".

A las 9.30 horas, en la emisora RAC-1, ya le insistieron sobre este polémico asunto y Maragall contestó que los apellidos Montilla Aguilera no son un problema para ser presidente. "¿Y el origen?", le preguntaron. "Tampoco tendría que haber problema", contestó. Fue una respuesta que sonó a rectificación y, para justificarse, puntualizó que la afirmación reproducida ayer en el periódico era la "concatenación de dos frases". Un portavoz de la Generalitat dijo que la respuesta correcta era la de la emisora de radio.

El mismo portavoz del PSC, Miquel Iceta, replicó a su jefe de filas y manifestó que el origen de una persona no condicionará la decisión del PSC sobre su candidato. El líder de CiU, Artur Mas, afirmó: "Cualquier catalán tiene el derecho a presentarse, haya nacido en Andalucía, Galicia o donde sea".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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