A voz en grito

Joyas prestadas es el título del último disco de Niña Pastori, que aunque salió hace varios meses ha presentado ahora en Madrid. El título se debe a que, por primera vez, la Niña toma composiciones de otros autores y las hace suyas en versiones personales. Así, por ejemplo, títulos de Joan Manuel Serrat, de Juan Luis Guerra, de Alejandro Sanz o de Valverde, León y Quiroga han sido revitalizados por la cantante.

Anteanoche y anoche fueron los días elegidos para hacer esta presentación del álbum en Madrid. Mediterráneo o María de la O brillaron nuevamente en su voz, en versiones propias, aunque no todas fueran afortunadas. María de la O, por ejemplo, la hizo excesivamente ligera, sin darle la profundidad que el tema tiene en su versión original. No obstante, la Niña Pastori gustó, por supuesto, al numeroso público que había entrado en la sala, que siguió su recital apasionadamente, gritando mucho, aplaudiendo y bailando a ratos.

Ritmos

Niña Pastori cantó a voz en grito, quizás obligada por una sala enorme y casi llena de público que no tuvo el silencio como una de sus virtudes. Con ello, a veces no la entendíamos bien, y teníamos que casi adivinar lo que cantaba. El grito pelao de la Niña se abrió paso a través de todos los ruidos e impuso su ley categóricamente, haciéndose oír sobradamente. Cantó como en ella es habitual, marcando bien los ritmos y bailando incluso unos pasitos de bulerías.

Estuvo acompañada por un buen grupo y la guitarra de Josemi Carmona, excelente en todo momento pese al inconveniente de tener que luchar con un medio ambiente excesivamente sonorizado. Chaboli y los demás, a su aire, llevaron la interpretación con soltura y bienhacer.