Una banda atraca una joyería de L'Ampolla tras golpear a la propietaria

Cinco ladrones -tres que perpetraron el robo y dos que esperaban en un coche para la huida- desvalijaron ayer por completo la pequeña joyería Fabregat, un negocio familiar del pueblo de L'Ampolla (Baix Ebre). Uno de los asaltantes, bien vestido y hablando un castellano con acento catalán en su forma dialectal occidental, llamó al timbre de la joyería cuando faltaban pocos minutos para las once de la mañana. La propietaria abrió y en seguida entraron dos hombres jóvenes que la ataron con cinta adhesiva, la golpearon y la amenazaron con un cuchillo de grandes dimensiones en el cuello hasta que lograron abrir la caja fuerte.

Éste es el relato de los hechos del propietario y marido de la víctima, Josep Ramon Sancho, tras sufrir el primer robo en este establecimiento. En la joyería de sus padres, en Alcanar, hace 20 años se llevó un tiro en la espalda en otro atraco. Sancho detalló que el botín es de entre 60.000 y 180.000 euros, aunque aún no ha hecho inventario. Su joyería vende básicamente pequeñas joyas, pulseras, relojes o anillos de entre 200 y 500 euros de valor. "Hay un reloj de oro que supera el medio millón de pesetas, pero es la única pieza valiosa", aseguró ayer Sancho.

Lo que más preocupa al propietario es el estado de choque emocional de su mujer, que estaba sola en el momento del robo. "Fueron entre cinco y diez minutos, y no creo que olvide la imagen del cuchillo en su garganta", explicó. Docenas de vecinos se acercaron ayer a su casa para interesarse por su estado y el de su mujer, que fue atendida en el centro médico local con contusiones en la cabeza fruto de los golpes, pero que fue dada de alta.

El alcalde de L'Ampolla, Francesc Sancho (CiU), aseguró ayer que los ánimos entre los vecinos ya estaban caldeados antes de este suceso debido a una oleada de robos en domicilios el pasado mes de diciembre. Sancho explicó que ha "frenado" el intento vecinal de organizar patrullas y arremetió contra la inoperancia del Gobierno catalán. "Deberían asegurarse de que no se van guardias civiles antes del despliegue", señaló, y añadió que el reciente envío de más agentes por parte del Ministerio del Interior "apenas se ha notado" en las comarcas del Ebro.

Por otra parte, la Policía Local de El Prat (Baix Llobregat) detuvo ayer a dos atracadores armados con sendas pistolas, justo después de que atracaran una sucursal de Caixa Penedès de la localidad, informa Glòria Ayuso. Los individuos, tras hacerse con el botín, huyeron por caminos distintos, uno a pie y otro en coche. Vecinos y comerciantes que presenciaron el atraco alertaron a los agentes, que consiguieron apresar a los ladrones, uno en la carretera de la Marina y otro en calle de Jaume Casanovas.

Uno de ellos amenazó con la pistola a los agentes de la Policía Local que le perseguían. Éstos consiguieron reducirlo sin que se llegara a producir ningún disparo.

Los dos detenidos tienen antecedentes por otros robos y son considerados peligrosos.