Octavillas y gritos contra Vladímir Putin

"Putin, verdugo de la prensa", "Putin, verdugo de Rusia". Con estos gritos, tres jóvenes que asistían a la asamblea anual de la WAN se levantaron de sus sillas y lanzaron octavillas al aire, mientras Putin seguía impasible la escena desde la tribuna del Palacio de Congresos del Kremlin. Los jóvenes fueron arrastrados fuera de la sala por agentes de seguridad, pero antes desplegaron una bandera del Partido Nacional Bolchevique. Los militantes de esta organización, dirigida por el escritor Eduard Limónov, suelen protagonizar protestas sonadas, que a veces les cuestan largas penas de cárcel, como cuando ocuparon un edificio de la administración presidencial. Lo curioso es que ayer los nazboli, tal como son llamados, consiguieran colarse en el Kremlin con sus octavillas y banderas a cuestas, pese al gran despliegue de seguridad.

En espera de Putin, todos tuvieron que improvisar, incluido el director de orquesta Vladímir Spivakov, que deleitó a los asistentes con obras del compositor ruso Piotr Chaikovski. "Si estuviéramos en la época soviética y el presidente se hubiera muerto, escucharíamos El lago de los cisnes, pero como estamos esperándolo, escuchamos La bella durmiente, se atrevió a decir Timothy Balding.