Rajoy: "Zapatero prefiere la indignidad de ceder ante Batasuna a entenderse con el PP"

"Frívolo", "frivolidad", "indigno", "indignidad". Estas cuatro palabras son las que más veces y con más énfasis repitió ayer Mariano Rajoy, líder del PP, para censurar que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haya respaldado que el PSE se reúna con Batasuna, al considerarla un interlocutor político necesario. "Zapatero ha preferido la indignidad de ceder ante la presión y el chantaje de Batasuna antes que entenderse con el PP". Rajoy justificó en su "patriotismo" el apoyo que dio al Gobierno, y mantuvo que, "tras el debate de la nación, Zapatero lo ha hecho imposible".

"Ha preferido entenderse con Batasuna antes que entenderse con millones de españoles que estábamos dispuestos a darle apoyo. Ha preferido a Batasuna antes que al PP", se quejó Rajoy ante los concejales y alcaldes populares congregados este fin de semana en Marbella, en la reunión intermunicipal de cada año.

No era un mitin, sino una reunión de partido y, quizá por eso, los suyos no se prodigaron en aplausos. Sí hubo, a cambio, un amago de insubordinación. Cuando Rajoy concluía sus críticas a Zapatero por hacerle "imposible", según su criterio, mantener el apoyo al Gobierno en el proceso de paz, una voz anónima gritó: "¡11-M!". Éste es un asunto del que Rajoy prefiere no hablar, pero esta vez contestó: "El 11-M queremos que se investigue, pero no confiamos en que este Gobierno investigue".

Antes de esa anónima reclamación sobre el 11-M, Rajoy detalló por qué dio su apoyo al presidente Zapatero en la entrevista que ambos mantuvieron en Moncloa tras el anuncio, el pasado 22 de marzo, de alto el fuego de ETA. "Porque la política exige decencia, patriotismo y dignidad", proclamó. Y eso, según él, es lo que le ha faltado a Zapatero al "pagar el precio político de reconocer a Batasuna como interlocutor político necesario".

Las soterradas críticas, dentro del PP, por el apoyo de Rajoy a Zapatero en este asunto empiezan a aflorar ahora, y ayer llevaron a Rajoy a insistir en que él sólo respaldó al Gobierno "para derrotar a ETA y para constatar su decisión irreversible de dejar las armas, no para ninguna negociación política ni para pagar ningún precio político" a la banda; porque "negociar con los terroristas es reconocer que el terrorismo es un instrumento útil de hacer política".

Aseguró que él le dijo al presidente que "el Estado no está en tregua y que la ley no está en tregua". Y Rajoy entiende que la ley de Partidos impide dar ningún papel o interlocución a Batasuna, pues fue disuelta en 2002 por los tribunales al ser considerada parte de ETA.

El problema, según el líder popular, es que "el presidente se cree que está por encima de la ley, se cree que él es la ley. Y él no es la ley. Y cree que él puede corregir a los tribunales que han dicho que Batasuna es una organización terrorista". Además, en opinión de Rajoy, el resultado del anuncio de una próxima reunión del PSE con Batasuna que hizo en la noche del martes Patxi López es que el partido ilegal "ahora se jacta de ello y se ríe, y sus exigencias suben".

Rajoy clausuró la reunión intermunicipal del PP pidiendo apoyo a los suyos. "Ningún dirigente político es nada si no tiene el aval, la ayuda y el entusiasmo de todos los que componen esa gran familia"; en su caso, la del PP. Y como anticipo de la campaña para las elecciones municipales y autonómicas de 2007, dijo a los suyos que "la voluntad mueve más que miles de telediarios".