Exceso de precauciones

La volatilidad ha sido la nota dominante en los mercados de valores a lo largo de toda la semana, con lo que el descenso del 0,47% registrado por el Ibex 35 se ve como una prueba de resistencia. El precio del petróleo y los posibles ajustes de los tipos de interés han actuado como elemento de contraste.

Los mercados de valores de todo el mundo se han movido durante esta semana bajo la presión de una fuerte volatilidad, cuya causa principal estaba otra vez en la incertidumbre generada por los altos precios del petróleo y en sus posibles consecuencias para las economías.

El Ibex 35 terminaba esta semana con un descenso del 0,47% y en 11.360,70 puntos, un resultado que muchos observadores consideran casi un triunfo al producirse en medio de un ambiente complicado por numerosas presiones. El Ibex Medium recuperó el 0,34% y el Ibex Small Caps bajó el 0,86%.

La presión ha llegado de la mano del mercado del petróleo, cuyos precios se han mantenido muy cerca de los máximos y sin ofrecer señales de posibles descensos, al no esperarse cambios sustanciales en la política de la OPEP. Con este factor razonablemente estable, el comportamiento de los inversores se ha centrado en el corto plazo, al no atreverse casi nadie a tomar posiciones a medio plazo hasta contar con más elementos de juicio, en este caso referentes a las consecuencias de esos precios del petróleo sobre la inflación y la actividad económica.

En la eurozona el IPC subió en mayo una décima, hasta el 2,5%, mientras que los precios industriales se situaban en el 5,4% en tasa interanual en el mes de abril. El PIB del primer trimestre, sin embargo, mostraba un razonable crecimiento del 0,6% respecto del último trimestre de 2005 y del 1,9% sobre el primer trimestre de ese mismo año, lo que confirma las previsiones de crecimiento suave, pero no garantiza que esa tendencia se mantenga en el futuro, lo que explica el exceso de precauciones con que actúa la inversión en las últimas semanas.

Los datos conocidos en Estados Unidos, incluso siendo positivos, no convencieron a los inversores, al quedar casi siempre por debajo de las previsiones de los analistas. El descenso en la tasa de desempleo de mayo quedó empañado por la débil creación de puestos de trabajo, así como el crecimiento de la productividad en el primer trimestre que, pese a mejorar en medio punto las cifras provisionales, quedó lejos del pronóstico de los analistas. El único dato que realmente fue negativo fue el índice de actividad manufacturera de mayo, que descendió en casi tres puntos.

La difícil situación política que atraviesa la administración estadounidense también ha sido un tema recurrente en las conversaciones de los inversores, así como la inestabilidad del dólar en las últimas sesiones.

La contratación en el Mercado Continuo fue perdiendo fuerza a medida que avanzaba la semana.