CiU se rodea de PNV y BNG para proclamar que el nacionalismo vota 'sí' al nuevo Estatuto

El Partit dels Socialistes y Convergència i Unió recurrieron ayer a sus aliados más tradicionales para dar fuelle a su defensa del Estatuto. Mientras el presidente del PSC y de la Generalitat, Pasqual Maragall, se rodeaba de 140 alcaldes socialistas con el objetivo de publicitar los avances del Estatuto para el mundo local, Convergència i Unió recurría al Partido Nacionalista Vasco y al Bloque Nacionalista Galego -aliados en la plataforma Galeuscat- para defender que todo buen nacionalista debe votar sí en el referéndum.

Las formaciones de Galeuscat pretendían una demostración de fuerza y mandar un taxativo mensaje a Esquerra Republicana, formación que los dirigentes de CiU, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida, convirtieron en blanco de sus invectivas.

Los alcaldes del PSC piden a Maragall que se dedique a gobernar hasta las autonómicas

Artur Mas, en concreto, dijo no entender el no de los republicanos cuando reveló que en Madrid estaban dispuestos a aceptar la sustitución del término nación en el texto por el de comunidad o realidad nacional. "No podemos despreciar cualquier avance en el autogobierno de Cataluña, porque este país se ha construido a base de avanzar. Incluso para nosotros el Estatuto del 30 de septiembre [el aprobado en el Parlamento catalán] no es todo lo que queremos. Mas apeló al espíritu de los expresidentes, Francesc Macià, Josep Tarradellas y Jordi Pujol para reclamar el apoyo al Estatuto el 18-J.

Maragall, por su parte, tuvo que escuchar peticiones de los alcaldes que sonaron a reproche. Ante el escenario de elecciones autonómicas anticipadas, los ediles de su partido le pidieron que gobierne "más allá del referéndum".

El encargado de transmitirle esta idea al jefe del Ejecutivo catalán fue el presidente de la Federación Catalana de Municipios y alcalde socialista de Sabadell, el socialista Manuel Bustos. Concretamente, y en un acto planteado para visualizar el apoyo de los alcaldes al proyecto estatutario, Bustos tomó la palabra para pedirle a Maragall que siga gobernando como hasta ahora "más allá del referéndum" y ahuyentar así el fantasma de una Cataluña bajo un gobierno en retirada a partir del 18 de junio. Bustos, sin embargo, se mostró convencido de que las elecciones autonómicas previstas para una fecha todavía por concretar del próximo otoño, sólo será un "punto y seguido".

Maragall respondió a la demanda de los alcaldes socialistas pidiéndoles una activa participación en la campaña del referéndum estatutario, pues en su opinión los municipios catalanes se juegan en la consulta "tanto o más que unas elecciones municipales".