Rouco pide aplicar la "regla de la penitencia" al proceso de paz

"Arrepentimiento, propósito de la enmienda, reparación y petición de perdón. Uno no puede comulgar si no se producen esas condiciones". Ésta es la penitencia que el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco, reclama a ETA. Completa así, evangelio en mano, la tesis oficial de la jerarquía católica sobre "el llamado proceso de paz": que el grupo terrorista debe disolverse sin condiciones porque "no puede ser considerado como interlocutor político de un Estado legítimo ni representa políticamente a nadie".

Rouco presentó ayer su libro España y la Iglesia católica, una recopilación de sus escritos y de los discursos que pronunció ante los obispos durante los seis años que presidió la Conferencia Episcopal.

Preguntado sobre la reforma de los estatutos de autonomía, el cardenal dijo que los títulos primeros aprobados o por aprobar reflejan una interpretación de la Constitución "que puede afectar a derechos fundamentales y al principio de subsidiariedad". "Eso es preocupante", dijo. Antes había pedido que sus palabras, dichas "desde la perspectiva del obispo", no se interpretasen "en términos políticos".