Profesores y editores piden respaldo oficial para la edición electrónica

Profesores de innovación docente y editores pidieron la semana pasada al Gobierno que encabece la introducción de la edición electrónica de los materiales universitarios. Un soporte que se encuentra muy atrasado en España, en comparación con las universidades anglosajonas, y que se ajusta como un guante a las exigencias del nuevo modelo docente que introduce la convergencia europea.

El seminario La edición universitaria y la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior reunió durante tres días en la Universidad Internacional de Gandia a los coordinadores de los grupos de innovación docente de la Universitat de València y a representantes de editoriales públicas y privadas de toda España. En el texto de conclusiones se pone de manifiesto la paradoja de que se convoquen anualmente programas para la difusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en educación primaria y secundaria y no se haga respecto a la docencia universitaria. Y "se urge" a los ministerios de Educación e Industria, a la dirección general del libro y a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) a tomar "iniciativas claras".

Las directrices del EEES dibujan un nuevo modelo de docencia, en el que las clases magistrales deben ceder terreno a la participación activa del estudiante en su proceso de aprendizaje. Una de las consecuencias, señaló el coordinador del seminario, el profesor Guillermo Quintana, es que los manuales tradicionales deben dejar paso a nuevos materiales didácticos.

Clientes de EEUU

Quintana pone como ejemplo a la Universidad de Stanford, en California, que cuenta con una potente biblioteca virtual. "A la hora de matricularse, los estudiantes pagan una tasa, pueden ser 200 dólares, para tener acceso a ella". Alumnos y profesores pueden consultar obras de referencia y también textos minoritarios, cuya edición tradicional difícilmente resulta rentable para una editorial.

El profesor de la Universitat de València cita un informe elaborado por la propia CRUE en 2004, en el que se constata el calamitoso estado de la cuestión de las TIC en el sistema universitario español. Y en el que se advierte de que las grandes plataformas anglosajonas pueden girar la mirada hacia las universidades europeas y de habla hispana, "y convertirlas en clientes antes de que se den cuenta", afirma Quintana.

El seminario también concluyó que el nuevo modelo de docencia es "incompatible con aulas con más de 80 alumnos" como las que existen hoy.