Las multas de tráfico han crecido un 50% en cinco años y superan ya las 93.000 anuales

El número de multas de tráfico impuestas en el País Vasco ha crecido un 50% en los últimos cinco años, mientras que el cobro por las sanciones casi se ha triplicado, al pasar de los 2,6 millones de euros de 2000 a los más de siete millones del pasado año, según los datos de Interior. La consejería tramitó durante el anterior ejercicio un total de 41.778 expedientes por vía ejecutiva, con una cantidad pendiente de pago superior a los 9,1 millones de euros. La Dirección de Tráfico del Gobierno prevé que el número de expediente sancionadores crecerá durante los próximos años.

El número de multas ya firmes impuestas en 2005 ascendió a un total de 93.890, de las que 52.112 fueron cobradas en periodo voluntario, cuando en 2000 se quedaron en 62.233. La estadística de la consejería refleja que, salvo en 2001, cuando se registró un descenso en el número de expedientes resueltos, la tendencia ha sido ascendente durante los últimos cinco años.

El dinero cobrado muestra un salto importante a partir de 2002. Hasta entonces rondaba los 2,5 millones de euros por ejercicio, mientras que ese año superó los cuatro millones e inició una curva ascendente que el pasado año llegó a los siete millones de recaudación. Lo mismo ocurre con las cantidades pendientes de ser abonadas a través de la vía ejecutiva, que han pasado de los 3,6 millones de 2001 a los 7,3 millones del siguiente ejercicio y los casi nueve del pasado año.

El director de Tráfico del Gobierno vasco, Andoni Arriola, explica este incremento en el número de multas impuestas por dos razones. La primera, y la más importante según su opinión, son las campañas especiales de vigilancia establecidas por la Ertzaintza, que durante 15 días intensifica los controles de velocidad y alcoholemia en carreteras concretas de la comunidad autónoma. El segundo motivo es la mejora en la tramitación administrativa. "Hay menos fallos y ha aumentado el personal para esta labor", apunta Arriola. Según la consejería, en un mes se responde a una sanción, aunque los plazos se alargan en el caso de las infracciones graves o muy graves, que ahora suelen tardar más de un año si el conductor agota todos los recursos administrativos.

Radares digitales

El director de Tráfico destaca también la puesta en marcha de los radares digitales, implantados el pasado mes de octubre, como otro factor más, ya que agilizan la tramitación y eliminan errores o falta de nitidez en las fotografías que se obtienen de los infractores. Para el verano, Interior dispondrá de 25 dispositivos digitales. De ellos 16 serán fijos, que podrán funcionar en cualquiera de las 47 cabinas de control (37 en Vizcaya, ocho en Guipúzcoa y dos en Álava), y los otros nueve, móviles instalados en vehículos. Los tramos en que funcionan se escogen en función de la siniestralidad por velocidad inadecuada y un incumplimiento significativo de las señales de limitación.

Arriola destaca que las multas que pasan a la vía ejecutiva son menos que las voluntarias, "porque son de más elevada cuantía". A su juicio, prácticamente el 100% de los ciudadanos de la comunidad autónoma tiene la percepción de que las multas se deben pagar, lo que no ocurría en la década de los 80 y principios de los 90. La clave del cambio se produjo en 1995, año en que Tráfico empezó a remitir las sanciones no abonadas a las haciendas forales, que luego las cobraban a través de las declaraciones fiscales.

El responsable de Tráfico indica que la imposición de multas en una demanda de los propios conductores, según reflejan las encuestas realizadas. "El objetivo es prevenir, aunque nos acusan de recaudadores. A quienes nos dicen eso les invitaría a los cursos donde están afectados graves por accidentes. Además, lo recaudado es una mínima parte de los costes. Un estudio realizado en Francia decía que el dinero de las multas era 140 veces inferior a lo que le cuestan a las arcas del Estado los accidentes", indica.

A su juicio, las sanciones irán creciendo tanto en el número de expedientes como en su cuantía final y aboga por trasladar los cursos del futuro carné de puntos a todos los conductores. "Habría que reciclarse cada cierto tiempo, no en las normas de tráfico, sino en los hábitos de conducción".

La última gran encuesta de Interior, realizada entre más de 4.600 familias a finales de 2003, revelaba que el 85% de los conductores vascos no había sido multado en un periodo de cinco años. En el caso de las mujeres conductoras, ese porcentaje subía hasta el 92%, frente al 78% de los varones. Un 46% de las multas tuvo un importe inferior a los 60 euros y un 4% de los sancionados fue penado además con la retirada del permiso de conducir, un porcentaje que en estos momentos aumentaría debido a la intensificación de las campañas de control.