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Reportaje:

26 años y ocho legislaturas

El PNV homenajea a los parlamentarios de su partido que han ocupado escaño en la Cámara vasca desde su constitución

Ver ayer en un corrillo al ex vicelehendakari Mario Fernández con el líder soberanista Joseba Egibar, o al padre intelectual del ámbito vasco de decisión, Juan María Ollora, pasando por delante del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y su antecesor, José Antonio Ardanza, era como contemplar la foto fija de un pasado que hunde sus raíces en las ochos legislaturas (desde 1980 a la actualidad) de la Cámara vasca. De los 93 parlamentarios que han ocupado escaño con las siglas EAJ-PNV, nueve han fallecido ya. De los 84 invitados restantes, acudieron 68 a la cita para recordar, como si de un tango se tratara, los 26 años de parlamentarismo peneuvista.

El único que los ha vivido todos es José Antonio Rubalkaba -Pepe Rubalkaba para los amigos-, quien actuó en el salón noble de Sabin Etxea de maestro de ceremonias. Alejado del lenguaje políticamente correcto, se dirigió desde el estrado a las parlamentarias para piropearlas con un "¡cada días estáis más preciosas!". Y ellas, Eli Piñol, Belen Greaves o Nerea Antia, con su color de pelo imposible, se lo agradecieron con una sonrisa. Pepe aún tuvo tiempo para referirse a las últimas declaraciones del responsable de Exteriores de la UE, Javier Solana, en relación con "Mendi-beltza" (Montenegro, en euskera) y al supuesto "delirium tremens" que, según éste, sufre quien vea paralelismos entre Euskadi y esta república blacánica, tras la decisión de independizarse de Serbia.

Y luego llegó Imaz. Con su memoria para los nombres y los hechos históricos en los que el PNV "acertó". En 1977, en Txiberta; en 1979, con el Estatuto y "con una reserva de derechos" [históricos], recordó ante la atenta mirada de su rival Egibar. "Y Euskadi es hoy más nación que nunca por el trabajo de todos vosotros y por el liderazgo del PNV", proclamó con orgullo.

Con retraso, iban cayendo al baile de los 26 años el diputado en el Congreso Emilio Olabarria, la vicelehendakari Zenarruzabeitia, el senador Iñaki Anasagasti o el portavoz Íñigo Urkullu, que se sentó junto a Juan María Juaristi, Xeler, para charlar de lo divino y, sobre todo, de lo humano. Ibarretxe llegó justo para la foto de familia, con su rostro de felicidad y la idea básica de todo va,más que bien, "fenomenal" tras el 22 de marzo.

"Era tiempo ya de que nos viéramos", dijo Rubalkaba. Y todo el mundo asintió. El último en llegar, acabado el acto, fue el consejero Gabriel Inclán, cuando sonaban ya las copas en uno de los salones de Sabin Etxea.

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