Cuadri narra y desvela secretos familiares
'La buena voz', protagonizada por José Luis Gómez y Pilar Velázquez, se estrena hoy
José Luis Gómez no suele prodigarse demasiado en el cine, pero cuando leyó el guión de La buena voz no pudo negarse. Había algo en la vida del taxista cuyo papel interpreta en el filme, dirigido por Antonio Cuadri, que "detonaba" en la diana de su propia vida. El actor, que tiene una hija pequeña, recuperó hace un tiempo a otro hijo suyo de 35 años -"es una de las mejores fortunas que uno puede tener"-, que vivía en Alemania, y precisamente un conflicto similar se le plantea al protagonista del filme.
La película, rodada en pocas semanas y con bajo presupuesto, se estrena hoy. La buena voz, cuyo título está sacado de un poema de Antonio Machado de Soledades, galerías, se basa en parte en personajes reales, nacidos en la España de la posguerra, testigos del babyboom de los sesenta y de las revoluciones actuales que les inducen a enfrentarse "a los residuos de su educación", aclaró el guionista Claudio Crespo.
Junto al taxista, prototipo de cincuentón aburrido, mal educado y machista pero comprometido socialmente, se encuentra la esposa, sufridora hasta extremos impensables, interpretada por Pilar Velázquez. Ambos tendrán que modificar su aburrida y monótona vida a raíz de los problemas de corazón del esposo y el reencuentro con una antigua amiga de ambos -Klara Badiola-, quien regresa a Bilbao, ciudad donde se desarrolla la acción y en la que trabaja su hijo pequeño, para contarles el secreto de su vida.
Para Gómez, en el cine se trabaja de manera mucho más libre que en el teatro, donde cada noche tienes que representar la obra y, de alguna manera, empezar de nuevo. En el cine, contó el actor, que acaba de rodar Teresa, con Ray Loriga, y Goya, con Milos Forman, lo que suele hacer es ponerse en manos del director. Como actor, aclaró que no ha dejado el cine de lado frente al teatro, donde se ha formado y ha desarrollado gran parte de su biografía. Más bien, explicó, han sido las circunstancias las que le han ido dirigiéndole hacia un lado, especialmente desde que fundó La Abadía, que prácticamente no le ha dejado "respirar". "La Abadía es un trabajo de toda la vida y no estaba dispuesto a abandonarlo", afirmó.
Babelia
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