Feria del libro y a... a... ¡achís!... y alergia
"De manera que... ¡achís!... Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad, recibió ayer el apoyo por unanimidad y aaaaa....aaaaa..... ¡chís!..... aclamación de su partido para ser cabeza de cartel de las elecciones de 2007", se dijo Juan Urbano, que caminaba junto al parque del Oeste hecho una catarata de estornudos, como los otros cientos de miles de alérgicos que esta primavera sufren esa nieve del diablo que es el polen y que nos tiene a todos con los ojos rojos, la cabeza llena de esquinas y soltando tan extraños alaridos que la ciudad parece una orquesta de trompetas desafinadas.
La candidatura por a..... a..... aclamación de Aguirre era, según uno de sus consejeros, "el pistoletazo de salida" de las elecciones del año 2007, y a Juan Urbano no le gustó nada la metáfora: "¿Un pistoletazo? ¿Por qué? ¿Es que ser político es correr hacia las urnas, como en una carrera de galgos? Pues entonces, que no lo llamen elecciones, sino o..... o..... ¡oachís!... olimpiadas". Y a ver hasta dónde llegaba el problema, porque la Consejería de Sanidad acaba de alertar de que los niveles de polen de gramíneas y olivo "superan estos días los considerados muy altos", y que si una de las razones de esta especie de contaminación asmática hay que buscarla en las lluvias caídas justo antes de la floración de las gramíneas, la otra se encuentra en el calor registrado en las últimas fechas, lo que ha avanzado la germinación del olivo, que suele producirse en junio, y la ha hecho coincidir con la de las gramíneas. O sea, como Zaplana y Acebes hablando a la vez sobre el Gobierno, sólo que en plan gramíneas.
"Vaya", pensó Juan Urbano, "pues ahora que viene la Feria del Libro va a ser estupendo cruzar los fines de semana el Retiro. Vamos, como para volar El Quijote, la caseta de El Corte Inglés y a Vargas Llosa de un solo estornudo". Por no añadir que, sin duda, las conversaciones entre el lector y el escritor de turno se iban a hacer casi imposibles: "Buenas tardes, ¡achís!"; "Jesús. Muy buenas tardes y gra..... a..... ¡achís!... gracias por comprar mi libro"; "Gracias a usted, ma.... a..... a..... ¡achís! Maestro". Una ruina.
Los hospitales han notado, por ahora, un aumento del veinte por ciento en consultas y las urgencias empiezan a llenarse de pacientes que sufren crisis alérgicas. O sea, que como esto es Madrid y tenemos el sistema sanitario que tenemos, dentro de cuatro días o el polen desaparece o las urgencias estarán colapsadas. Porque fuera de los discursos de la presidenta de la Comunidad, "urgencias" y "colapsadas" soy ya una pareja de hecho, como "realidad global", "pensamiento único" y, una vez más, por no cambiar de ejemplo, "Acebes y Zaplana".
Es que además de las lluvias y el calor a destiempo, las alergias se han visto fortalecidas, según informa la Dirección General de Salud Pública, por la llegada de "un notable viento del Sur", entre cuyos efectos malignos está el de "llenar la atmósfera de temible polvo sahariano". Las recomendaciones para protegerse de una posible crisis asmática son "evitar los espacios abiertos, como parques y zonas rurales, con presencia de gramíneas y otras hierbas silvestres". Ay, la Feria del Libro, no sé si vamos a vender novelas o vacunas.
Bueno, así que más Esperanza, como era de prever, y seguro que arrasa; pero, "en fin", se dijo Juan Urbano, "como ahora defiende los árboles que quiere cortar el alcalde, pues por ahí casi estamos bien, porque el remedio de Ruiz-Gallardón contra el polen ya lo conocemos: se talan todos los árboles, y adiós alergias". De cualquier modo, a Juan Urbano no le iba a impedir nada del mundo meterse de lleno en el Retiro desde este mismo sábado: si unos cuantos estornudos se creían que iban a ser capaces de separarlo de sus escritores favoritos, estaban muy equivocados. O igual se produce un milagro y resulta que el polen sólo afecta a los escritores de pega, una hazaña que lo convertiría en algo similar a aquel perro con olfato literario que tenía Vicente Aleixandre, del que se aseguraba que sólo le ladraba a los malos poetas.
"¡Gramíneas a mí!", pensó Juan Urbano mientras hacía una lista de las obras que pensaba comprar en la Feria del Libro y disfrutaba por adelantado de su conversación, por ejemplo, con Fernando Sava..... a..... a..... ¡achís!..... Savater. Vivan los libros, maldita alergia.
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