Buteflika pone a un conservador al frente del Gobierno argelino

"Imploro a Alá que nos ayude en esta tarea". La frase pronunciada por el nuevo primer ministro de Argelia, Abdelaziz Beljadem, tras su nombramiento, ayer, delata que es un político piadoso y muy conservador.

El presidente Abdelaziz Buteflika aceptó la dimisión de su jefe de Gobierno, Ahmed Ouyahia, y le sustituyó inmediatamente por Beljadem, de 61 años, que se convierte así en el político mejor situado para ser el próximo jefe de Estado.

Ouyahia, cuya dimisión sospechaba estos días la prensa argelina, presentó su renuncia a causa de sus desavenencias con Buteflika y Beljadem sobre la política económica.

Las arcas del Estado argelino nunca han estado tan llenas desde la independencia, en 1962, gracias al elevado precio de los hidrocarburos. Buteflika y Beljadem son partidarios de más acción social, incluidas subidas de sueldos para funcionarios. Ouyahia, que encabezaba el Ejecutivo desde 2003, propugnaba un mayor rigor económico.

Beljadem, que fue ministro de Asuntos Exteriores hasta 2005, ostentaba hasta ahora el cargo de representante personal del presidente y era además secretario general del Frente de Liberación Nacional, el antiguo partido único mayoritario en el Parlamento.

Su proyecto político, consistente en integrar todo lo posible a la corriente islamista moderada en las instituciones y el Gobierno, coincide plenamente con la reconciliación nacional llevada a cabo por Buteflika. Suscita, en cambio, reservas en la cúpula militar que, aunque mermado, sigue jugando un papel en la sombra.

En política exterior Beljadem ha mantenido siempre una posición ortodoxa sobre el Sáhara Occidental y el derecho a la autodeterminación de su población. Su nombramiento desagradará en Rabat.

Beljadem accede a la jefatura del Gobierno cuando la relación con España atraviesa un mal momento a causa de las divergencias sobre el Sáhara y porque Argelia ha anunciado que boicoteará la conferencia sobre inmigración que se celebrará en Rabat en julio, según anunciaron sus patrocinadores, el ministro español, Miguel Ángel Moratinos, y marroquí, Mohamed Benaissa. Una de las hijas de Beljadem estudia en la Universidad Autónoma en Madrid.