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CAMPEONATO MUNDIAL DE FÚTBOL

Las ventas de televisores planos ya superan en España a las de tubo

Este año se venderán dos millones de televisores planos frente a 1,6 millones de tubo - El mundial de fútbol no anima a la compra de alta definición - España, uno de los países que más rápidamente abandona la tele clásica

Aquel Mundial 82 significó en España la introducción del vídeo. La participación de la selección española fue un fracaso, pero España se convirtió en uno de los países con mayor penetración de este nuevo electrodoméstico. Ahora, el mundial de fútbol de Alemania quiere servir de acicate para renovar el parque de televisores y para introducir descodificadores TDT.

De momento, el televisor más demandado en estos momentos en España es plano, alargado y de 32 pulgadas. Representa casi un tercio del total de televisores planos vendidos en estos momentos, pese a no ser precisamente barato, ya que cuesta del orden de 1.500 euros. Durante las dos próximas semanas, con motivo de los Mundiales de Fútbol, será el modelo estrella, aunque el resto de televisores planos también se espera que tengan una gran aceptación.

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España es uno de los países que más rápidamente ha abandonado el televisor de tubo. En 2005, la consultora GFK calcula que se vendieron 900.000 televisores LCD y 150.000 de plasma frente a 2,3 millones de tubo. Este año, la misma consultora pronostica que se duplicarán las ventas de televisores LCD y los de plasma aumentarán l 50%, hasta 210.000 unidades.

Los televisores de tubo caerán hasta los 1,6 millones de unidades y, además, se concentrarán en los tamaños más pequeños y baratos. Este mes ya se ha superado el umbral donde se venden más televisores planos que de tubo en unidades. En facturación ya se logró a principios de 2005.

En 2003 se vendieron un total de 70.000 televisores planos, frente a 2,8 millones de tubo, y en 2004 los televisores planos colocados en el mercado fueron 325.000 unidades aproximadamente. Nada que ver con las más de dos millones de unidades de este año.

El total de televisores vendidos en Europa es estable, del orden de 36 millones de unidades. Lo que cambia es su composición: en 2004, el 11% eran planos, para llegar al 29% un año después. Este año, se calcula que la proporción de los televisores planos alcanzará el 46%, según la consultora Displaysearch. En España, el 56%, calcula GFK.

En Norteamérica, con un mercado de tamaño similar al europeo, la proporción de televisores planos es parecida. El americano tiende, sin embargo, a comprar televisores más grandes, con lo que se venden más televisores de plasma y retroproyectores que en Europa. Esto se debe a que las salas de estar son más grandes y, además, se emiten los programas en alta definición, que hace que se vean bien aunque la pantalla sea gigante.

Japón, con un tamaño que es una cuarta parte del europeo, ha pasado al televisor plano con más rapidez que ningún sitio, si bien se concentra en la tecnología LCD y en los tamaños medianos, porque los hogares son pequeños. China, el otro mercado y de tamaño similar al europeo o norteamericano, es aún mayoritariamente de tubo. Incluso en 2010 se calcula que el 64% del total de televisores vendidos serán de tubo, estima Panasonic.

Avance del LCD

En cuanto a la tecnología del panel de los televisores planos, la LCD se va imponiendo en tamaños cada vez más grandes, conforme baja su precio. En estos momentos, todos los televisores planos con una pantalla inferior a las 37 pulgadas son LCD y la práctica totalidad de las pantallas de 42 y más pulgadas son de plasma.

El punto de encuentro de ambas tecnologías son los televisores de 37 y 40 pulgadas, que mayoritariamente son LCD aunque más caros que los de plasma de 42 pulgadas.

Como pasa frecuentemente, cada tecnología tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En los tamaños de 42 y 50 pulgadas, los paneles de plasma son más baratos de fabricar que los de las mismas dimensiones de LCD y será así hasta 2010 como mínimo. Esto hará que la tecnología de plasma no desaparezca en los próximos cinco años. Samsung y LG, los principales fabricantes de paneles LCD, también producen paneles de plasma y no tienen ninguna intención de abandonar esta tecnología en lo que resta de década.

En términos de calidad de imagen para un mismo tamaño, la iluminación de la sala hace que sea mejor una u otra tecnología. En general, los televisores LCD se ven mejor en ambientes muy iluminados o a plena luz del día y los de plasma en la sala de estar con poca iluminación o por la noche.

En un panel LCD, la imagen se ve gracias a la fuerte iluminación que proviene de la parte trasera. El resultado es una imagen muy brillante y casi inmune a los reflejos, como aprecia cualquier usuario de un monitor plano. La contrapartida es que el negro que se consigue es poco profundo, porque es muy difícil tapar la iluminación trasera con los píxeles del panel, y por eso el contraste entre blancos y negros es mucho menor que con la tecnología de plasma.

En el panel de plasma, un gas excita cada píxel y el resultado es una imagen con colores más ajustados a la realidad que los percibidos con un panel LCD. Pero en los televisores de plasma se ven más los molestos reflejos y de día o en las tiendas se suelen ver peor que un panel LCD de calidad equivalente.

La discusión entre ambas tecnologías, sin embargo, es más aparente que real, porque lo primero que manda es el tamaño del televisor. Si se tiene un espacio de hasta 85 centímetros, sólo cabe un televisor de hasta 32 pulgadas y debe ser necesariamente LCD porque no se fabrican de plasma de este tamaño.

Si se dispone de un metro o más, se puede poner un televisor de 42 pulgadas, que por relación de calidad y precio será de plasma. Los televisores LCD de más de 32 pulgadas representan menos del 5% de esta tecnología y los de plasma de tamaño distinto a las de 42 pulgadas también son muy minoritarios.

La tecnología de plasma ha mejorado en el último año en duración del panel y el menor consumo de energía, y ahora es comparable con la LCD. La resolución de los paneles de plasma se ha ampliado; ahora los más habituales son de 1.024 por 768 píxeles y en la gama alta de 1.366 por 768 píxeles.

Más allá de la tecnología, fabricantes y comercio son conscientes de que lo que más atrae al consumidor es el diseño del televisor. Como diversos estudios atestiguan, con ello se busca también notoriedad ante los vecinos o familiares. Esto hace que se solicite "el mejor", sinónimo del más bonito, más caro y más grande.

La calidad de imagen pasa así a segundo plano. También es el aspecto más difícil de evaluar, porque depende de la señal de antena que se recibe en casa, del tipo de programas que se ven, de la distancia a la que se mira el televisor, de la iluminación general de la sala de estar y, especialmente, del tamaño de la pantalla, porque cuanto más grande sea más se ven los defectos.

En muchas tiendas se muestran televisores de gran tamaño que funcionan con imágenes de demostración en alta definición que no se pueden ver por ahora en Europa. Sirven para comparar con televisores encendidos con la misma señal, pero en casa siempre se verá peor.

La gran mayoría de los televisores planos que se venden en España están preparados para la alta definición (etiqueta HD Ready), logotipo que se coloca en los paneles con una resolución superior a 720 líneas físicas en formato panorámico, conexión digital HDMI o DVI o analógica por componentes y, por último que acepten la señal de alta definición 720p o 1080i. Cualquier televisor LCD tiene la resolución mínima de 720 líneas de la alta definición y, en el caso del plasma, sólo los modelos más baratos tienen 480 líneas.

Exposición de nuevos televisores.
Exposición de nuevos televisores.CONSUELO BAUTISTA

Cuatro marcas acaparan la mitad del mercado

Las empresas Samsung, Philips, Sony y LG acaparan más de la mitad del mercado español de televisores planos, concretamente el 51% en el periodo comprendido entre agosto de 2005 y el pasado enero, según los datos de la consultora GFK. Esta concentración ha crecido del orden de dos puntos cada mes en el periodo analizado.

La supremacía de Samsung, Philips y LG se debe, en parte, a que están muy presentes tanto en el mercado de televisores LCD como de plasma y en todos los tamaños. Sony ocupa una posición relativamente baja respecto a Samsung y Philips porque ha decidido dejar los televisores de plasma y vender retroproyectores de tres LCD para los grandes tamaños.

Por detrás aparecen Sharp y Panasonic. El primero vende únicamente televisores LCD y el segundo ha apostado especialmente en los televisores de plasma, lo que hace que baje su cuota global en los televisores planos.

El tercio de mercado español que queda después de estos seis grandes marcas deben repartírselo entre las pléyade de marcas existentes, algunas tan conocidas como JVC, Hitachi, Toshiba y Loewe y las pertenecientes al sector informático como Acer, Airis, Sky, BenQ o ADL, entre otras. Aparte, están las denominadas marcas blancas, que son las promovidas por cadenas de tiendas o grandes superficies.

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