El Gobierno desafía al Parlament y dice que el arte sacro se puede cogestionar con Aragón

Pese a que el Parlament aprobó el pasado viernes una moción en sentido contrario, el Gobierno catalán está convencido de que las obras de arte sacro reclamadas por la diócesis de Barbastro-Monzón pueden ser cogestionadas por la Generalitat y el Gobierno de Aragón. Así lo expresó ayer el consejero de Presidencia, Joaquim Nadal, quien se mostró convencido de que la postura del Ejecutivo "no es incompatible" con el mandato del Parlament. También restó importancia, al calificar de "amenaza de ruptura", a la retirada de Aragón de la Eurorregión en protesta por la actitud de la Generalitat.

En la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, Nadal aseguró que el Gobierno catalán "hará todo lo posible" para que Aragón "no materialice su amenaza" de abandonar la Eurorregión y aseguró que el Ejecutivo catalán tiene la voluntad de "continuar" con su propuesta del 5 de abril para la gestión compartida de las obras reclamadas, siempre que se garantice la unidad patrimonial de la colección.

Ello puede chocar con la moción aprobada por el Parlament el pasado viernes, que obliga a la Generalitat a conservar en el Museo Diocesano de Lleida la colección en disputa y a posponer su gestión compartida hasta que se defina por vía judicial la propiedad de las 113 piezas.

Pese a lo explícito del texto aprobado por el Parlament, Nadal aseguró ayer que la moción "no es incompatible" con la postura del Gobierno, ya que éste tiene cuatro meses para dar cumplimiento al mandato parlamentario. Añadió también que el Ejecutivo interpretará la moción como considere adecuado.

Así, apostó por alcanzar una "fórmula pactada" con el Gobierno de Aragón que "no signifique ninguna subordinación de un Gobierno al otro" y que respete las "obligaciones morales de cada uno con su territorio". Sin embargo, el portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, alertó al Gobierno de que no dispone de mayoría parlamentaria para imponer su criterio y de que cualquier negociación con Aragón deberá efectuarse teniendo en cuenta lo aprobado por la Cámara catalana.

Por su parte, el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, aseguró que su Ejecutivo no romperá relaciones con el de Pasqual Maragall, pero exige para volver a la Eurorregión una rectificación inmediata del Parlament sobre el litigio de los bienes. Iglesias viajó ayer a Barcelona para participar en la Feria de Logística y tenía previsto entrevistarse con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, para buscar alguna solución al problema. "Espero que podamos hablar, como siempre, con confianza. Lo ocurrido responde a un cambio de mayorías en Cataluña, porque todo el mundo sabe cuál era la postura de Maragall en este asunto. Pero yo no voy a dejar de hablar con nadie".

Fuentes de Presidencia aseguraron ayer que Iglesias no ha pedido ninguna entrevista con Maragall. Mientras, el presidente aragonés fue conciliador: "No hemos roto relaciones con la Generalitat ni vamos a romperlas, pero la decisión adoptada por los grupos de las Cortes de Aragón es la lógica, porque debe haber mayor lealtad".

De forma bien diferente se pronunciaron sus socios de gobierno. El presidente del PAR y vicepresidente del Gobierno de Aragón. José Angel Biel, habló en nombre de su partido y aseguró que es tiempo de suspender las relaciones con Cataluña en todos aquellos asuntos que no afecten a terceros -convenios sanitarios o educativos-, que la representación de los catalanes ha tomado el pelo a los aragoneses y que quizá es tiempo de organizar una manifestación para que Aragón deje oír su voz.

Este punto de vista y la decisión de abandonar la Eurorregión fueron calificados ayer de "exagerados" por el portavoz de Iniciativa per Catalunya en el Parlament, Joan Boada. En el mismo sentido se expresó el Partido Popular, que, sin embargo, considera que quien tiene un problema es Pasqual Maragall.