Agricultura advierte de que las ayudas al olivar se pierden por el uso de plaguicidas prohibidos

La Consejería de Agricultura advirtió ayer a los olivareros que siguen usando plaguicidas prohibidos en el tratamiento del olivar de que, además de las sanciones administrativas, también pueden perder las ayudas comunitarias. El Ministerio de Agricultura prohibió en julio de 2005 la utilización de la terbutilazina, diurón y simazina cerca de los embalses para el abastecimiento de la población, aunque la simazina sí está autorizada en los cultivos herbáceos y los frutales. Agricultura ha pedido a las organizaciones agrarias que impulsen el plan de buenas prácticas del olivar.

El nuevo caso de contaminación detectado en el embalse del Guadalmena, y que ha dejado sin abastecimiento regular a los más de 2.500 habitantes de Arroyo del Ojanco (Jaén), ha reabierto el debate sobre la utilización de plaguicidas en las tareas agrícolas, productos que, como consecuencia de las escorrentías y el arrastre de las aguas en época de lluvia, acaba en los embalses y otros acuíferos destinados al abastecimiento de la población. No obstante, el delegado provincial de Agricultura en Jaén, José Castro, apeló ayer a la prudencia y, aunque no descartó como una de las causas de la contaminación la posible "negligencia" de los agricultores, también llamó la atención sobre la posibilidad de que los plaguicidas detectados en el Guadalmena se encuentren en los sedimentos del pantano desde hace mucho tiempo aunque no han tenido incidencia hasta que han bajado los niveles de agua embalsada.

Con todo, la Consejería de Agricultura presentó el pasado mes de abril el Plan de Buenas Prácticas en el Manejo de Suelos del Olivar con el fin de disminuir el uso de productos fitosanitarios en el sector. En el documento se recogen prácticas recomendadas para luchar contra la erosión del suelo en el cultivo del olivar, como mantener la cubierta vegetal, con sistemas de manejo de cubiertas vegetales vivas, el aporte de materia orgánica como restos de poda triturados, respetar las lindes naturales de las parcelas (setos, bordes de montes, entre otros) o nunca labrar a favor de la pendiente, entre otras recomendaciones. Algunas de estas medidas son de obligado cumplimiento. No hay que olvidar que en los tres últimos años, se han producido varias alarmas sanitarias debidas a la contaminación por herbicidas residuales, en los embalses andaluces de Zocueca, Dañador, Iznájar y ahora el Guadalmena, en los que han aparecido las materias activas simazina, terbutilazina y diurón.

Mientras tanto, el Programa de Control de Residuos en Olivar incluido en el Plan Andaluz de Sanidad Vegetal 2006- ha puesto de manifiesto una reducción de un 40% de la presencia de herbicidas en estos cultivos. De las 289 muestras de aceitunas recogidas en almazaras, sólo seis superaron los Límites Máximos de Residuos (LMRs) establecidos, mientras que en 2005 la cantidad de muestras con niveles superiores a los permitidos ascendió a 10.

Las inspecciones, en las que participa la Guardia Civil, se han realizado, entre otros, en los embalses de San Rafael de Navallana (Córdoba), Iznájar (Córdoba), Corumbel (Huelva), Guadalén (Jaén) y Zocueca (Jaén), Guadalhorce-Guadalteba (Málaga) y José Torán (Sevilla).

Por otra parte, la reserva de los pantanos andaluces ha iniciado en mayo un progresivo descenso de su agua almacenada, circunstancia propia de la temporada de ausencia de lluvias cercana al verano. Las reservas se encuentran al 44,4% de la capacidad de embalse.