¿Dónde está el dinero de Terra Mítica?

Estos son los hechos: Un informe de la Agencia Tributaria de junio de 2005 detectó la existencia de una trama de 18 de empresas que percibió 10 millones de euros de Terra Mítica por obras nunca hechas, informes que jamás se elaboraron y material que nunca se entregó, todo ello sustentado en facturas falsas. La Agencia destapó un fraude fiscal de las empresas afectadas de 4,4 millones. Las obras del complejo de ocio de Benidorm registraron un sobrecoste superior a los 100 millones. Dos empresarios que trabajaron para Terra Mítica, en el transcurso de varias conversaciones con dos diputados socialistas, que estos grabaron, relacionaron a Eduardo Zaplana con el cobro de comisiones ilegales, lo que provocó la querella de este contra aquellos por calumnias. El Juzgado número 3 de Valencia instruye la causa.

¿Dónde está el dinero? Joan Manuel Serrat escribió: "No es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". Y la verdad es que Terra Mítica abrió sus puertas en 1999 con un sobrecoste del 40% -más de 100 millones- y siete años después se encuentra en suspensión de pagos, con una deuda de 218 millones que reclaman 500 acreedores y pérdidas acumuladas de 120 millones. No hay grabadora ni declaración que pueda ocultar esto.

¿Dónde está el dinero? La Agencia Tributaria ha establecido que 10 millones pagados por Terra Mítica "mediante el sistema de endoso de pagarés" acababan en la empresa Gran Vía SL de la que una persona, siempre la misma, sacaba fondos en efectivo sin que se pueda saber el destino que daba a los mismos. Un de los responsables de Gran Vía es hermano de Antonio Moreno Carpio, uno de los empresarios que contó a los diputados socialistas cómo se hinchaban las facturas para pagar comisiones. Un detalle que no merece la atención ni el interés de los portavoces del PP.

¿Dónde está el dinero? La Agencia Tributaria sostiene que las evidencias de facturación falsa son numerosas: Falta de personal de las empresas proveedoras para prestar los trabajos, ausencia de pruebas que identifiquen al personal que ha intervenido en las obras ejecutadas, ausencia de cualquier rastro documental de informes, irregularidades formales en las facturas aportadas....

¿Dónde está el dinero? El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes Valencianas, Serafín Castellano, aseguró que Terra Mítica había sido sometida a todo tipo de fiscalizaciones, refiriéndose en concreto a la Sindicatura de Comptes. Es cosa sabida que esta institución no controla empresas privadas. Imposible, pues, que fiscalizara el parque. Y respecto de otras auditorías señalar que sus informes no son ley y que en ocasiones, desgraciadamente, se equivocan. Recuérdese el papel desempeñado en Fórum Filatélico o Afinsa o en Enron, por citar algunos ejemplos.

¿Dónde está el dinero? La Generalitat posee el 20% de las acciones de Terra Mítica y el dinero supuestamente defraudado a Hacienda es de todos. Las cajas de ahorro valencianas -corporaciones de naturaleza pública que se rigen por el derecho privado- el 40%. Un porcentaje del capital suficientemente amplio como para que algunos de sus responsables tuvieran a bien exigir alguna explicación sobre lo ocurrido en el parque de Benidorm. No es el caso. Ni Francisco Camps, ni los presidentes de Bancaja y la CAM, José Luis Olivas y Vicente Sala, respectivamente, tienen el menor interés en saber qué ha pasado. Olvidan que el dinero que administran no es el suyo, sino el de todos.

¿Dónde está el dinero? La austeridad personal de Francisco Camps, que es real, se compadece mal con la defensa cerrada que hace de algunos presuntos defraudadores (Carlos Fabra) o con la credibilidad que presta a otros investigados por hacienda como el empresario Antonio Moreno.

¿Dónde está el dinero? Una pregunta pertinente que la Generalitat y las instituciones financieras que controlan Terra Mítica deberían contestar. El silencio de estas puede entenderse como cómplice y la tinta de calamar que el Consell y el PP extienden para no afrontar los hechos es infumable.

¿Dónde está el dinero? Una pregunta que Antonio Moreno debería haber contestado si alguien se la hubiera formulado.