La pequeña de la familia

A veces los apellidos pesan como losas. Martha es hija de Loudon Wainwright III, maestro de la canción cínica, y de la diva del folclor canadiense Kate McGarrigle. Por si fuera poco, su hermano, Rufus, desarrolla el pop operístico más fascinante del que se tenga noticia. Con semejante despliegue hereditario, la pequeña de la familia promete, pero aún no ha pegado el estirón.

Como su técnica guitarrística todavía resulta bastante precaria, Martha intentó suplir esas carencias con un derroche vocal sin duda intenso, pero a veces desproporcionado. Se pasó medio concierto desgañitándose sin causa aparente, por mucho que algunas páginas de su repertorio, oscuras y doloridas, sí admitieran un cierto desgarro emocional.

La joven Wainwright bebe de la primera Joni Mitchell, comparte el gusto por la tragedia de P. J. Harvey y evoca en sus rabietas más rockeras a su tocaya Martha Davis, de The Motels, pero todavía le falta encontrar un espacio más personal y definido. Aunque, eso sí, su demoledora Bloody mother fucking asshole, en la que pone a papá a caer de un burro, fue acogida con alborozo por una audiencia siempre muy cómplice.