La aplicación de la ley antitabaco suma en Euskadi sólo 33 denuncias

Desde la entrada en vigor de la ley antitabaco, el pasado 1 de enero, Euskadi suma tan solo 33 denuncias por fumar en lugares prohibidos. La directora de Drogodependencias del Gobierno, Belén Bilbao, destaca que la cifra de sanciones es "anecdótica", lo que pone de manifiesto que el cumplimiento de la legislación está siendo "altísimo". El gremio de hosteleros solicita al Ejecutivo que suavice la normativa para evitar el cierre de locales.

"El grado de cumplimiento de la ley antitabaco en la comunidad es altísimo. El Departamento

hace una valoración muy positiva, porque la sociedad vasca está siendo muy respetuosa en todos los sectores afectados por la legislación", asegura Bilbao. A su juicio, los temores sobre las consecuencias de la aplicación de la ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco se han disipado antes de cumplirse el quinto mes de su entrada en vigor. "La prueba de ello", añade la responsable vasca de Drogodependencias, "es que la cifra total de 33 denuncias es anecdótica".

La mayoría de las infracciones han consistido en fumar o permitir el consumo en lugares prohibidos, con 5 y 19 denuncias, respectivamente. Por ubicar una máquina expendedora de tabaco en un lugar inadecuado se han registrado diez, otras tres por venta irregular de tabaco y nueve sanciones más por habilitación inadecuada del espacio reservado a los fumadores.

Por sectores, la hostelería ha recibido la mayor parte de las denuncias (21 en total); cuatro han correspondido a comercios y centros comerciales, dos se han registrado en el ámbito laboral, otras dos en centros sociales. y una en lugares recreativos, en instalaciones deportivas, en medios de transporte . Del total, Guipúzcoa ha sido la provincia con la cifra de sanciones más alta, con 16, seguida de Vizcaya (14) y de Álava, donde solamente se han castigado tres infracciones.

Asuntos Sociales no puede precisar el número de inspecciones que se han realizado durante este periodo. La razón es que "no existe un cuerpo de inspectores adscrito a la Dirección de drogodependencias", asegura su responsable, debido a que "la política del Gobierno consiste en que cada departamento y cada institución (ayuntamientos, diputaciones y el Ejecutivo autonómico) se hace cargo de su ámbito de competencia". Así, Sanidad se encarga de velar por el cumplimiento de la ley en los centros sanitarios, Educación en los colegios, Industria en los centros de trabajo...

Esta distribución de las labores de inspección ha acallado las críticas que generó la decisión inicial del Departamento de Asuntos Sociales, que endosó esta función a los ayuntamientos. Esta intepretación de la ley molestó a los alcaldes de las principales localidades vascas y obligó a celebrar un encuentro entre representantes de la consejería que dirige Javier Madrazo y la asociación de municipios Eudel.

Bilbao asegura que la aplicación de la ley antitabaco "no ha producido una conflictividad apreciable", como pone de manifiesto "el bajo nivel de denuncias" registrado en Euskadi.

El escaso número de denuncias interpuestas en el País Vasco refleja una realidad muy distinta de la que se deduce de un informe realizado por la revista Consumer tras visitar 425 espacios que deberían estar libres de humo. Sólo los hospitales y las sedes de las diputaciones cumplen a rajatabla la ley antitabaco. Aún se puede ver a gente consumiendo en ayuntamientos y algunos centros universitarios, según el estudio de Eroski, que realizó este trabajo en 18 ciudades españolas, entre las que se encuentran las tres capitales vascas.

Sólo el 43% de los espacios públicos que pueden habilitar zonas para fumadores las poseen. En muchos de estos centros olía a tabaco y se encontraron colillas en sus suelos. De los lugares reservados como "libres de humo", en el 60% de los hoteles y en el 55% de las estaciones de autobuses se encuentra a gente fumando. El humo está presente en la mitad de los mercados de abastos, en el 30% de los aparcamientos cubiertos y en el 5% de los museos y de las cajas de ahorro o entidades bancarias. El dato más revelador es que el 60% de las discotecas para adolescentes permite el consumo de tabaco.