La industria ha perdido 21.100 empleos en los últimos tres años

La industria no vive buenos tiempos en la Comunidad de Madrid, según denuncia UGT en un estudio basado en la Encuesta de Población Activa (EPA). Mientras el empleo industrial crece a un ritmo del 1% anual en España -sólo en Castilla-La Mancha aumentó en 30.700 puestos de trabajo entre 2003 y 2006-, Madrid ha perdido en el mismo periodo 21.100 empleos, un 5,7% de los 372.000 que tenía en 2003. Pero el Gobierno regional niega que la industria madrileña esté perdiendo empleo y afirma que el sector es "cada vez más fuerte y competitivo".

La buena marcha de la economía regional, que ha creado 422.000 puestos de trabajo en los últimos tres años, tiene en la industria su tendón de Aquiles. UGT denuncia que la "inexistencia de una política industrial del Gobierno de Esperanza Aguirre está sumiendo al sector en recesión". El sindicato culpa directamente a la presidenta regional de la pérdida de fuelle del sector. "El empleo industrial, que llevaba años con una evolución muy positiva, baja a partir de la llegada de Aguirre al Gobierno", critica Isabel Navarro, secretaria de Empleo de UGT.

En el primer trimestre de 2003, Madrid tenía 372.000 trabajadores en la industria. Un año más tarde (Aguirre subió al poder en el último trimestre de 2003), esta cifra se había reducido en 3.000 trabajadores. A partir de entonces, el descenso se agudizó: 7.000 empleos perdidos en 2004, y 11.700, en 2005. En estos tres años, la industria ha perdido uno de cada 20 (un 5,7% del total) empleos.

Esta evolución contrasta con la buena marcha de la economía regional y el moderado, aunque constante, crecimiento del empleo industrial en el conjunto de España, a un ritmo cercano al 1% anual. En todo el país, la industria ha creado 65.000 puestos de trabajo entre 2003 y 2006.

La situación de Madrid contrasta aún más si se compara con las comunidades autónomas vecinas (sobre todo con Castilla-La Mancha, donde el empleo en el sector ha crecido un 30,7%) o de mayor peso industrial. Desde 2003, la Comunidad Valenciana ha pasado de 418.900 a 448.600 empleos (un 7,1% más), y Andalucía, de 301.600 a 315.500 (un 5,61%). Cataluña -la mayor potencia industrial de España, con casi 800.000 empleados en el sector- ha perdido en estos tres años 3.300 empleos y el País Vasco es la única comunidad con una evolución parecida a la de Madrid: pérdida de 13.000 empleos, un 5,2%.

"Aguirre se llena la boca afirmando que Madrid es el motor de la economía española, pero esto contrasta con una realidad: la industria madrileña es la que peor evolución tiene del país", concluye Navarro. Ésta destaca que "el empleo industrial es fundamental para una economía equilibrada y fuerte, porque es un empleo de calidad y con un importante impacto en el resto de la economía".

El estudio del sindicato UGT atribuye el descenso en el empleo a "la falta de una política industrial por parte del Ejecutivo regional, cuyo modelo de desarrollo se basa en gran medida en el ladrillo y los servicios". Para el sindicato, la industria tampoco se salva de "la presión especulativa, fruto de las políticas urbanísticas de Aguirre". Navarro explica que "sin una política industrial definida, algunas empresas se sienten libres para vender los terrenos en Madrid y obtener plusvalías que invierten en otros lugares".

El consejero de Mujer y Empleo, Juan José Güemes, no comparte la visión de UGT. Güemes afirma que la industria madrileña goza de un "excelente" estado de salud. "La industria madrileña es competitiva y fuerte en un marco de gran apertura de los mercados internacionales. La tasa de paro en el sector es del 1,9%, y si los empresarios tienen algún problema, es precisamente la falta de mano de obra. En todas las reuniones que mantengo con los industriales siempre me dicen que necesitan más trabajadores y mejor formados", defiende el consejero.

Preguntado sobre los datos de la EPA, Güemes los puntualiza. "Desde la llegada al poder del actual Gobierno, en el cuarto trimestre de 2003, el empleo industrial sólo ha descendido en 11.000 personas, según la EPA. Pero los datos de la Seguridad Social [que excluyen a los empleados no regularizados] muestran un ligero aumento".

Sobre el descenso de la EPA, Güemes lo atribuye a una "paradoja estadística". "Por ejemplo, si una empresa de automóviles externaliza la redacción de su revista corporativa, las cuatro o cinco personas que la hacían contarán como empleos perdidos en la industria. En realidad, lo que ha sucedido es que otra empresa en otro sector suma esos empleos. Es falso que se pierda empleo industrial", concluye el consejero de Empleo.