Una verbena con supervivientes para conmemorar la II República
Unas 3.000 personas celebraron anoche en Madrid una particular verbena republicana, la forma escogida por un grupo de escritores y actores para rendir tributo a la memoria de la II República en el año de su 75 aniversario. Un centenar de supervivientes de esa época, perdedores de la Guerra Civil, fueron homenajeados por el discurso de Almudena Grandes, la principal promotora del grupo Memoria del Futuro, que ha redactado un manifiesto y organizado una serie de actos conmemorativos de ese régimen ante la ausencia de celebraciones oficiales. El manifiesto Con orgullo, con modestia y con gratitud ya ha recogido más de 20.000 firmas a través de la página web de la organización (www.memoriadelfuturo.org).
El acto de ayer, que ha seguido a una serie de proyecciones de documentales históricos y encuentros en teatros, se celebró en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid, un lugar con una gran carga simbólica para los republicanos puesto que las construcciones de alrededor fueron promovidas por el Gobierno de la República y aquí se libraron algunos de los más encarnizados combates del asedio a Madrid, en el que durante tres años los milicianos y el Ejército republicano resistieron hasta que finalmente fueron vencidos, ya al final de la guerra.
Así lo recordó ayer Almudena Grandes, ante ese centenar de emocionados supervivientes y todos los que les acompañaban. Muchos ancianos habían sido traídos por la organización desde distintos puntos de España, con el apoyo de la Fundación Contamíname, el ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid o la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica.
Democracia avanzada
Otros escritores como Benjamín Prado o actores como Juan Diego Botto leyeron el manifiesto en honor de la II República firmado por esas 20.000 personas. En él se recuerda el gran salto adelante que supuso la llegada del régimen republicano, que convirtió a España, "un pueblo condenado a la pobreza, la sumisión y la ignorancia", en uno de los países democráticamente más avanzados -con sufragio universal que incluía a las mujeres-, con políticas de igualdad modernas, reformas agrarias y un auge de la cultura y la educación pública desconocidos hasta entonces. Esos recuerdos de lo que pudo ser y no fue, truncado por la guerra civil y la dictadura, fueron muy aplaudidos, aunque el mismo manifiesto deja claro que no se pretende sólo llorar el pasado, sino recuperar esos valores para el futuro.
Almudena Grandes leyó un texto propio en el que no sólo reivindicaba la II República, sino que reclamaba además que la monarquía española sea superada: "Queremos una España moderna, justa, laica y democrática, que será republicana o nunca lo será del todo", señaló desde la tribuna.
Con música de verbena, el público se divertía mientras asociaciones como el Foro por la Memoria y la ARMH se dedicaban a recabar los testimonios de los supervivientes, la mayoría por encima de los 80 años, para evitar que tanto la memoria de los sufrimientos padecidos en la represión como los logros de la breve II República se pierdan cuando ellos desaparezcan. También estaba allí Gaspar Llamazares, el coordinador general de Izquierda Unida, el único representante político, junto al alcalde de Rivas, José Masa, también de IU, en un acto deliberadamente organizado por personas conocidas del mundo de la cultura al margen de los partidos.
En los corrillos de la verbena, muchos de los representantes de asociaciones de represaliados se preguntaban por la Ley de la Memoria Histórica que prepara el Gobierno y debería estar presentada antes de que concluya el próximo periodo de sesiones, como prometió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La mayoría de estos representantes teme que el Ejecutivo haga una ley suave por temor a la reacción del mundo conservador y del PP, reacio a cualquier tipo de reivindicación de la República como antecedente democrático de la Constitución de 1978.
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