La Fundación Bioversidad critica el corte de 29 árboles en Chamberí
El Ayuntamiento asegura que todos los ejemplares estaban enfermos
El Ayuntamiento de Madrid quitó ayer 29 árboles de la calle de Fortuny, en el distrito de Chamberí, ante el asombro de los vecinos. La tala se produjo a poco metros de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y fueron sus responsables quienes alertaron de lo sucedido. Un portavoz municipal aseguró que los tilos, acacias y olmos estaban enfermos y que serán repuestos por otros sanos la próxima semana.
La presencia a primera hora de la mañana de ayer de empleados del Ayuntamiento talando árboles de cuajo en la calle de Fortuny (en el distrito de Chamberí), sin dar ningún tipo de explicación, alarmó a los vecinos de la zona.
Maria Artola, rectora de la Fundación Biodiversidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente -organismo que se encuentra en esta calle- difundió una nota en la que aseguraba que en su mayoría se trataba de "especies sanas" y "en plena floración".
La Fundación se puso en contacto con el Ayuntamiento para pedir explicaciones por esta acción. "Nos ha remitido a un informe de finales de abril en el que se pone de manifiesto que los árboles de esa zona están enfermos y son peligrosos", aclaró la directora. "Pero ni están ahuecados como alegan, ni parecen enfermos, y si así lo fuera, en ningún caso son formas de hacer las cosas", añadió.
Un portavoz municipal, al ser preguntado por esta medida, aseguró que en los próximos días se repondrán los árboles de la calle de Fortuny. "Fueron talados por presentar signos de pudrición y por ser peligrosos", aseguraron.
El Ayuntamiento, conocedor de la sensibilidad que hay entre los madrileños por la tala de árboles en la ciudad, distribuyó también las fotos de las unidades taladas y los expedientes en los que figuran los problemas que presentan los ejemplares.
Según las fichas, estos tilos, olmos y acacias padecían pudriciones importantes que ponían en peligro su estado y la seguridad de los viandantes. En otros casos los árboles habían perdido trozos de la madera de su tronco como consecuencia de impactos sufridos por coches. También algunas unidades habían desarrollado tanto sus ramas que habían alcanzado una peligrosa inclinación. El Ayuntamiento controla el estado de los árboles de la ciudad a través de un sistema informático.
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