Las centrales exigen una negociación "real" para no alterar el final de curso en la UPV

Todos los sindicatos de la Universidad del País Vasco (UPV) quieren materializar cuanto antes en resultados el apoyo masivo de los profesores a su nueva convocatoria de huelga. Arropados por el "éxito absoluto" de la segunda jornada de paro consecutiva entre los docentes de la universidad pública, las centrales exigieron ayer a Educación y al Rectorado que esta misma semana den pasos para entablar una negociación "real" tendente a un aumento generalizado de los salarios de los docentes. Ésta es su condición para que el fin de curso sea "normal". En caso contrario, las centrales amagaron con posibles consecuencias "dramáticas", con la vista puesta en el cercano periodo de exámenes.

El recelo y la preocupación comienzan a cundir entre los algo más de 48.000 estudiantes de la UPV ante el riesgo de nuevos paros que supongan una interrupción o la suspensión de sus pruebas de evaluación final, que se iniciarán dentro de menos de dos semanas y concluirán a finales del próximo mes de junio. Conscientes de estos temores, las centrales quisieron dejar claro en la concentración que realizaron ante la sede del Gobierno autónomo en Bilbao, que su intención no es perjudicar a los alumnos y endosaron la responsabilidad sobre las posibles futuras movilizaciones en Educación. "La normalidad del fin de curso depende de que acepten iniciar una negociación real; en otro caso, obviamente esto no estaría garantizado", advirtieron los sindicatos. Para esa negociación pretenden que se cierre una cita esta misma semana o acordarán "medidas de mayor presión".

La jornada de paro de ayer, la segunda consecutiva y la tercera desde el 29 de marzo, volvió a parar de forma mayoritaria los tres campus de la universidad pública.Los sindicatos no ceden en su exigencia de una subida de sueldos generalizada y para todo el profesorado (con los docentes a tiempo parcial incluidos), pero ya eluden establecer como requisito inexcusable algo que habían catalogado como innegociable hasta ayer mismo: la inclusión de los aumentos dentro del sistema retributivo general. "Los sindicatos no nos negamos a negociar en el marco de un sistema de complementos", aseguraron.

No obstante, se niegan en redondo a que la base de la negociación sea el proyecto de decreto de complementos tal y como está redactado. "Creemos que en este marco legal se puede encontrar una solución a nuestras reivindicaciones y la experiencia de otras universidades lo demuestra. El problema no es de formas, sino de voluntad política para resolver la situación", aseveraron los convocantes.

Mientras Educación guardaba ayer silencio, la portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate, aprovechó la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno para asegurar que el tripartito espera "dignificar" las condiciones de los profesores, aunque recordó que sólo podrá introducir cambios "en el ámbito de sus competencias", ya que las condiciones generales de los docentes están reguladas por una ley estatal.