Cotino sólo ha cerrado en un año dos de los 17 planes anunciados contra la crisis agraria
Agricultura asegura que casi todos los proyectos sectoriales se han presentado
Casi un año después de que Juan Cotino, consejero de Agricultura, empezara a concretar su Plan Millorar, solo dos de los 17 planes anunciados sobre el papel están aprobados por el Consell y dotados de presupuesto y plazo. Las organizaciones agrarias alertan sobre el retraso y el tiempo perdido en un momento en que el campo vive "sus horas más bajas". Desde Agricultura aseguran que todos los planes se han presentado y que se están poniendo en marcha algunas acciones reclamadas que afectan a varios sectores, aunque admite que el presupuesto no está cerrado.
Brusca pide un acuerdo entre partidos que evite frenazos en el desarrollo de políticas
A lo largo del año pasado, Juan Cotino presentó en público sus dos grandes planes sectoriales: el primero de ellos fue el de cítricos, el cultivo más representativo y rentable en líneas generales de la Comunidad Valencia. El plan citrícola en cuestión preveía 1.700 millones de euros para el periodo 2006-2011. El segundo, dirigido a la Viña y el Vino, se presentó poco después para el periodo 2006-2014 con una inversión prevista de 500 millones de euros. Son los dos planes más importantes de los 17 previstos, pero, en cualquier caso, son los únicos dos cerrados por completo, con un presupuesto conocido y con medidas en marcha.
La Consejería de Agricultura asegura que todos los planes, excepto el de pesca, están presentados al sector como consecuencia de las 50 mesas de trabajo que colaboraron en su contenido. Agricultura admite que los dos grandes planes -cítrico y viña- tienen un presupuesto cerrado y específico mientras que en los restantes habrá que esperar a finales de año para especificarlos. Con todo, desde el departamento agrario del Consell defienden que se están elaborando diversas líneas de trabajo que afectan a varios sectores y que forman parte del Plan Millorar. Citan a modo de ejemplo las medidas orquestadas para luchar contra el minifundismo agrario, que corrigen las condiciones definidas en su día por María Ángeles Ramón-Llin en su última etapa al frente de Agricultura y que en su primer año de aplicación ha despertado el interés del sector. Otras fuentes consultadas, sin embargo, alertan de que los planes restantes solo contienen las grandes ideas en bruto.
El sector agrario, con todo, se muestra crítico con la situación que atraviesan los planes anunciados para el sector agrario. El secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders-COAG, Joan Brusca, defiende que "a la altura que estamos vemos que no hay una puesta real y presupuestariamente creemos que no está claro". El dirigente sindical añade también que hay subsectores que "están pasándolo muy mal y no tienen conocimiento de los planes que les afectan", entre ellos las hortalizas.
Brusca, en líneas generales, considera que hay pocas medidas nuevas dentro de los dos grandes planes al tiempo que critica que no se haya elaborado ninguna medida dirigida directamente a los agricultores.
El secretario general de la Unió de Llauradors considera que independientemente de que el Plan Millorar pueda ser rentable, se debería buscar un "acuerdo institucional" entre partidos que evite que un cambio de consejero o un giro político al frente del Consell paralice los planes y por tanto su efectividad. El año próximo es año electoral.
En la memoria del sector agrario está la sucesión de planes que fueron sustituidos por otros antes de que se desarrollaran. Desde el programa agroalimentario de José María Coll, pasando por el Libro Blanco de María Ángeles Ramón-Llin, a los foros agrícolas de Gema Amor para terminar con el Plan Millorar de Juan Cotino, el campo ha visto anunciar proyectos que no se han concretado y que no han evitado que el campo viva "sus horas más bajas".
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristóbal Aguado, considera también que los planes van muy retrasados y confía en que se agilicen. Cristóbal Aguado también dice echar de menos una política que mejore la renta de los agricultores de la Comunidad Valenciana.
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