La empresa Inama causa el segundo incidente en un mes en Urdaibai

La empresa Finsa Inama, investigada desde el pasado año por un juzgado de Gernika por posibles emisiones contaminantes y exceso de ruido, causó el domingo el segundo incidente en un mes. Durante la madrugada de ese día se registró una lluvia de polvo de madera que afectó a cuatro caseríos situados a 100 metros de la factoría, dedicada a fabricar aglomerados. Vecinos de una de las viviendas se quejaron de problemas respiratorios. La asociación SOS Muxika, creada en 2002 por las afecciones de la planta, presentará una nueva denuncia por este incidente.

Un técnico del Departamento de Medio Ambiente acudió a los exteriores de la planta, ubicada en la reserva de la biosfera de Urdaibai, en el municipio de Muxika. Un portavoz de la consejería afirmó ayer que las muestras recogidas en el aire dieron resultado negativo.

SOS Muxika señaló ayer que el polvo de madera se depositó en tejados de viviendas, vehículos y huertas y volvió a mostrar su censura a la "actividad clandestina" de la empresa, con quejas vecinales desde hace 14 años y que funciona sin licencia de actividad en la mayoría de sus instalaciones. La asociación agregó que la actividad de Inama ha motivado ya que "cuatro familias hayan abandonado sus hogares" en lo que va de año.

El Departamento de Medio Ambiente mantuvo la pasada semana una reunión con responsables de Inama para resolver este conflicto. La consejería indicó ayer que habrá nuevos contactos con la compañía y también con los vecinos, ya que existe "el firme propósito" de solucionar esta problemática. Pese a descartar que el episodio del domingo causase problemas de contaminación, admitió que no se puede seguir con emisiones a la atmósfera de residuos de madera.

El pasado 10 de abril se registró otro episodio de lluvia de serrín y astillas de madera que alcanzó a viviendas situadas a 600 metros de la planta.

Cinco incidentes

Con el último, ya son cinco los incidentes significativos de la empresa Inama en poco más de un año y medio. El más grave ocurrió en septiembre de 2004, cuando una emisión causó afecciones respiratorias a varios vecinos. En febrero de 2005 se produjo una explosión y un incendio en el interior de las instalaciones.

La empresa aseguró ayer que "no hubo ningún problema técnico" y negó que se diesen emisiones de polvos de madera, señaló su gerente, José Manuel Sánchez.

Las diligencias del Juzgado de Instrucción número 1 de Gernika incluyen un informe de la Ertzaintza, elaborado hace poco más de tres meses, que certifica que los ruidos en las viviendas cercanas rebasan hasta en un 50% los límites estipulados por una orden de la Diputación, que fija el impacto acústico en 60 decibelios por el día y 45 de nochec. El informe judicial constataba la superación de 70 decibelios en el interior de viviendas.