El primer pronunciamiento de ETA tras el alto el fuego reabre la brecha entre el PSOE y el PP

La primera entrevista concedida por la dirección de ETA tras el alto el fuego, en la que recuerda que su prioridad es abrir un "proceso democrático" que lleve a la autodeterminación del País Vasco, reabrió ayer la herida entre PP y PSOE a cuenta de la política antiterrorista. El secretario general del PP, Ángel Acebes, dio por hecho que la banda no tiene intención de disolverse y piensa seguir con el "chantaje" a la sociedad. "No existe proceso de paz, sino de negociación", concluyó. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega insistió en que "no habrá precio político para la paz".

Ángel Acebes compareció ayer en la sede madrileña del PP, en la calle Génova, con una idea clara: "El tiempo ha dado la razón al PP y a Mariano Rajoy. Tanto hablar de bases sólidas del alto el fuego, tanto elogio a Otegi... lo que debe hacer el presidente del Gobierno es salir a decir que no acepta este desafío de ETA". Para el secretario general del PP, la banda ha dejado claro en la entrevista publicada en Gara el sábado "que no estamos ante el principio del fin sino ante un chantaje para la rendición de la democracia. Sustituye las bombas por la amenaza de volver a ponerlas".

Acebes dibujó un panorama muy complejo: "No estamos hablando de un proceso de paz, sino de negociación para la independencia del País Vasco y la anexión de Navarra", dijo. Pero eludió asumir que la paz no es posible, así como pedir al Gobierno que abandone sus pesquisas para evaluar si el alto el fuego es definitivo y que éste renuncie a acudir al Congreso para explicar el proceso. "Lo que debe hacer Zapatero es constatar si ETA quiere desaparecer. Y si no, como parece, tiene que colocar las líneas rojas". "Nosotros no hemos pedido un debate parlamentario, ni siquiera que se constatara si el alto el fuego es efectivo, aunque ya se ha visto que no lo es", insistió. "Es mentira que los actos de kale borroka son incontrolados. ETA ha controlado siempre la kale borroka", señaló en referencia a los últimos ataques en Navarra y en Getxo.

Acebes aconsejó al Gobierno "no bajar la guardia y hacer trabajar a los mecanismos del Estado de derecho contra los terroristas", pero cuando fue preguntado no aclaró si tenía alguna constancia de que esto no se esté realizando en este momento o se haya bajado la guardia.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, insistió en que el Ejecutivo no comenta las declaraciones de ETA, pero ello no significa que no tenga una posición "clara y tajante" que ha expresado en "muchísimas ocasiones". "En el camino de la paz no hay atajos; la paz no tiene precio político, el único camino es el de la democracia, el del respeto a la ley y al Estado de derecho", afirmó De la Vega.

Con ello, pretendió decir que el proceso de paz está limitado a la negociación del Gobierno con ETA sobre el futuro de los presos, una vez consolidada la intención de ETA de abandonar las armas. Y que el futuro político de Euskadi depende de los partidos vascos y no de la banda.