La UE ofrecerá a Irán apoyo a su plan nuclear si renuncia a enriquecer uranio

La UE ofrecerá hoy a Irán el apoyo a sus planes nucleares siempre que el programa atómico sea "civil, seguro, sostenible y blindado contra la proliferación". La oferta, que reclama la suspensión de las actividades de enriquecimiento de uranio, irá acompañada de incentivos, si es aceptada, o de sanciones, en caso de rechazo. Teherán adelantó ayer que esperará a ver qué le ofrece Europa, pero también advirtió, por boca del presidente Mahmud Ahmadineyad, que no aceptará nada que le obligue a detener sus investigaciones nucleares.

En el zoco en que se ha convertido la crisis iraní, ahora le toca a la Unión Europea plantear sus ofertas con ánimo de evitar el enconamiento de una situación que algunos medios consideran está muy cerca de alcanzar un punto de no retorno.

La Unión Europea e Irán sólo están de acuerdo en el derecho de Teherán a emplear la energía nuclear. Lo dijo ayer Ahmadineyad y lo reiterarán hoy los ministros de Exteriores europeos. Las discrepancias están en el qué, el cómo y el cuánto.

Irán, cuarto exportador mundial de crudo, alega que necesita la energía nuclear como garantía de suministro y repuesto a unos recursos energéticos no renovables. Occidente, que concede un punto de razón a ese argumento, recela de las verdaderas intenciones iraníes, un país que lleva camino de convertirse en gran potencia regional y cuyo presidente aboga por la destrucción de Israel, un Estado que ya cuenta con un nutrido arsenal atómico. Washington y la Unión Europea temen que un Irán autonuclearizado dé lugar a una carrera por la bomba (Egipto, Turquía, Arabia Saudí) en la región más volátil del mundo.

La Unión Europea se propone reiterar hoy su apoyo al "desarrollo por parte de Irán de un programa nuclear civil seguro, sostenible y blindado contra la proliferación". La mano se tiende a condición de que Teherán no deje resquicio a la posibilidad de dotarse de armamento nuclear.

Investigación adicional

De ahí que se pida a las autoridades iraníes que "suspendan toda actividad afín al enriquecimiento, así como cualquier actividad de reelaboración -con inclusión de las de investigación y desarrollo- y suspendan la construcción de un reactor con moderador de agua pesada".

Irán ya ha enriquecido uranio hasta porcentajes útiles para el uso civil y Occidente pretende evitar investigación adicional que lleve al conocimiento necesario para el empleo militar.

"Cualquier propuesta que nos obligue a detener actividades pacíficas carecerá de valor", adelantó ayer Ahmadiyedad en la televisión iraní. "Carece de validez legal y credibilidad el que decidan cosas que nos conciernen sin estar nosotros presentes". Para el presidente iraní, eso refleja que los europeos siguen creyendo que viven en un mundo de colonizadores.

La Unión va a perfilar hoy la estrategia y el contenido de la oferta (con incentivos y sanciones por definir) que desearía presentar al Gobierno de Teherán con vistas a que sea discutida el próximo viernes en Londres con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania.

Mohamed el Baradei, director del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), ha aconsejado a los europeos que permitan un programa limitado de enriquecimiento de uranio, bajo control del OIEA, porque para Teherán es una cuestión de dignidad nacional. Según él, impedirlo no hará sino dar alas a los más radicales del régimen islámico.