Precisión de orfebre

Cantó muy bien Pansequito. Recibió la Distinción Peña Chaquetón y cantó con profundidad y buen aire, dando una lección de maestro. Es quizás el único que hoy liga los tercios como se deben ligar, aguantando la respiración hasta límites que parecen imposibles. Marca los distintos matices del cante con precisión de orfebre, señalando las diferencias que hay en los diversos tercios. Muy, muy bien por soleares, por taranto y cartagenera, por bulerías, haciendo verdaderas creaciones.

Canela de San Roque estuvo como siempre, excelente. Lástima que no cultive los bajos, porque de hacerlo sería perfecto. No obstante ello, hace un cante difícil en el que nunca faltan las soleares y las siguiriyas, dichas con verdad absoluta. Canela de San Roque se está afirmando como un cantaor de clase a tener siempre en cuenta.

El Sordera Vicente Soto cantó siguiendo su estilo, bien en general. También cultiva la cultura del grito, pues no desciende a los bajos sino raramente, pero canta con pasión una extensa gama de cantes. Por tonás abrió con entereza en un cante que es complejo de por sí. También por siguiriyas y por bulerías destacó notablemente.

Por último, cerró el espectáculo Aurora Vargas, quien nuevamente nos trajo su cante desenfadado y fresco, principalmente festero. Cantó y bailó, pues en las bulerías hizo un completo recital de baile con el cante. No es una gran cantaora, pero cumple su misión de entretener y divertir.