La última estrella emergente
Hay pocos coches capaces de marcar la diferencia con sus rivales, y el 207 es uno de ellos. El nuevo Peugeot presenta una personalidad que le distingue y resalta la deportividad del 206 con un diseño más elaborado y llamativo. El resto, desde la mecánica al comportamiento y los acabados, está a la altura de los mejores, y añade un equipo de serie superior que inevitablemente se refleja en los precios. Pero su gran baza es el gancho estético, porque entra por los ojos y tiene más presencia que sus competidores, dos virtudes clave para seducir a los compradores, en especial a los más jóvenes. El 207 sustituye al 206, que con 5,3 millones de unidades vendidas seguirá en producción, pero sólo en las versiones inferiores.
El Peugeot 207 exalta el estilo deportivo de su antecesor, el 206, para distinguirse de sus rivales. Es más grande y tiene un maletero más amplio, pero sobre todo aporta una calidad de conjunto superior, con acabados más refinados, un comportamiento aplomado en carretera y un equipo de seguridad con seis 'airbags' y ABS. En contrapartida, sus virtudes se reflejan en los precios, más altos que los de sus competidores.
Más grande y deportivo
Como sucede siempre con los coches que triunfan, Peugeot ha evitado riesgos y se ha centrado en evolucionar la receta del 206. El 207 conserva la estética deportiva como seña de identidad, pero mide 4,03 metros de largo, 20 centímetros más, y aunque por fuera recuerda mucho a su antecesor, es un coche totalmente nuevo.
En la línea destaca el frontal, que incluye un capó delantero muy corto prolongado por delante con un morro postizo que integra el escudo. Este detalle, los faros rasgados y, sobre todo, la parrilla, dividida en el centro por un discreto parachoques, resaltan su deportividad. El lateral es más convencional y el portón trasero lleva la luneta muy inclinada hacia delante para estilizar la figura. Por lo demás, ha logrado las cinco estrellas en las pruebas de choque Euro NCAP y tiene una aerodinámica eficiente (CX: 0,30).
Mejor delante que atrás
El aumento de tamaño se refleja más en el peso (200 kilos más) que en el interior. Tiene unas plazas delanteras más desahogadas y con asientos cómodos, pero las traseras son casi iguales y sólo el maletero supone una mejora apreciable. En cambio, el diseño está muy cuidado, con una instrumentación deportiva y elegante, y un salpicadero impecable a la altura de las marcas de prestigio. Y destaca también la calidad de acabado, que combina con buen gusto plásticos y tejidos para crear un ambiente acogedor y más refinado de lo habitual en los utilitarios.
Otra mejora importante frente al 206 es la dotación de huecos. Tiene una guantera profunda con una repisa encima de la tapa, bolsas grandes en las cuatro puertas, y la zona del freno de mano bien aprovechada con varias repisas y dos posavasos. Las suspensiones mantienen un buen compromiso entre confort y deportividad para viajar sin cansar a los ocupantes. Y la insonorización, aunque deja oír el motor más de la cuenta en las marchas cortas, presenta una calidad de rodadura sobresaliente sin rumor de fondo.
Dos carrocerías y cinco motores
La gama 207 incluye dos versiones, 3 y 5 puertas (500 euros más) y cinco motores, todas con cambio manual de cinco marchas: 1.4 y 1.6 16v. de 90 y 110 CV (desde 12.500 y 15.300 euros), en gasolina, y 1.4 HDi de 70 CV (13.800) y 1.6 HDi de 90 y 110 CV (14.600 y 16.600), en turbodiésel. Se ofrecen cinco acabados X-Line, XS, XS Pack, XT y GT; aunque los precios son algo altos, hasta el más básico incluye un buen equipo de serie, con seis airbags, ABS, elevalunas y retrovisores eléctricos, ordenador de viaje y radio-CD. Los XS y XT añaden aire acondicionado y llantas de aleación, y hay muchas opciones: ESP, techo de cristal, sensor de presión de ruedas, kit bluetooth y hasta perfumador.
Conclusión
El 207 es un utilitario con carácter que seduce con la línea y confirma sus virtudes con un interior atractivo, una buena estabilidad y tres motores turbodiésel de bajo consumo. Cuesta más caro que sus rivales directos, pero ofrece una calidad notable y un equipo de serie superior a la mayoría.
DISEÑO Y ACABADOS AFINADOS
El interior del 207 presenta un diseño cuidado que contrasta con la austeridad del 206. Destacan las líneas suaves del salpicadero, que se adorna con detalles metalizados y tiene un aspecto impecable. La consola central es más discreta, pero el conjunto está bien acabado, con plásticos sólidos y vistosos. Además, incluye soluciones curiosas, como una ranura para dejar tarjetas de aparcamiento o de crédito (para los peajes) y una guantera enorme (12,2 litros) que permite llevar botellas de 1,5 litros y enfriarlas con el aire acondicionado. La sofisticación se aprecia también en detalles como los intermitentes, integrados en la base de los retrovisores. En cambio, la regulación de los respaldos con palancas, en vez de las clásicas ruedas, es muy mejorable. A pesar de ser 20 centímetros más largo que el 206, las plazas traseras son similares, pero lleva la banqueta 1,5 centímetros más alta y permite ir sentado en una posición más natural que da más sensación de ampitud. Y el diseño de las puertas traseras deja un hueco de paso generoso que facilita el acceso. En el maletero sí se aprecia una ganancia clara, y aunque lleva una rueda de repuesto de verdad, tiene 270 litros, 25 más. La zaga se inspira en la del 206, pero con un portón más inclinado hacia delante y una luneta muy ovalada.
MÁS CARO, PERO MEJOR EQUIPADO
El 207 1.6 HDi XS Pack viene más equipado que las versiones superiores de otros utilitarios, con seis airbags, llantas de 16 pulgadas, sensores de lluvia y faros, control de velocidad y elevalunas traseros eléctricos. El Fiesta con el mismo motor cuesta 1.700 euros menos, pero sólo tiene dos airbags. Los otros cuatro suponen 420 euros más y hay que sumar las llantas de 16 pulgadas (550) y otros detalles menores. El Fiat Punto es también 1.500 euros más barato y tiene seis marchas, pero lleva llantas de 15 pulgadas y los elevalunas traseros (130 euros) y el control de velocidad y los sensores de lluvia y aparcamiento son opcionales (250). La diferencia baja a 1.150 euros con el Ibiza, que tiene llantas de 16 y cuatro airbags, pero los de cortina (330) y el sensor de lluvia (168) se pagan aparte. Por último, el acabado superior del Clio 1.5 dCi es 800 euros más barato con una dotación similar.
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