"Confieso que no sé que es un iPod"

Fernando Savater (San Sebastián, 1947) trabaja alrededor de tres horas diarias con el ordenador. Su mujer, "que es la que sabe de estas cosas", le saca de los apuros informáticos, que en algunas ocasiones han llegado a producirle pesadillas: "Sueño que he perdido 10 folios".

Pregunta. La Wikipedia dice que ha escrito más de 45 libros. ¿Cuál fue el primero con el ordenador?

Respuesta. Lo empleo desde hace más de 12 años. El primero fue con Ética para Amador.

P. ¿Portátil o sobremesa?

R. Los portátiles son para el verano. A veces, vamos de vacaciones a sitios donde no hay ni teléfono. Prefiero las pantallas grandes, donde se ven mejor las cosas.

P. ¿La informática le ha dado algún disgusto?

R. En Madrid, una tormenta eléctrica hizo que luego no arrancara el ordenador. Al final, fue menos de lo que esperaba, pero me dio la impresión de que el mundo se había hundido.

P. ¿Qué imagen ha puesto en la pantalla?

R. En el de Madrid un megalodon, que es un tiburón gigante prehistórico. El salvapantallas del ordenador de San Sebastián es de caballos.

P. ¿El correo electrónico le ocupa mucho tiempo?

R. Algo. Bastante. Demasiado. ¡Una enormidad! En fin...

P. ¿Qué busca en Internet?

R. Visito algunas páginas hípicas y leo los blogs de amigos.

P. ¿Se puede vivir sin teléfono móvil en el siglo XXI?

R. Claro que sí. Y sin teléfono fijo, sin agua caliente y sin electricidad. Se vive peor, pero se puede ir tirando.

P. El móvil, ¿siempre enchufado?

R. Sí, salvo de noche y en la hora de la siesta.

P. ¿Lo emplea mucho?

R. Viajo mucho y me resulta muy útil porque no tienes que buscar monedas para las cabinas, sobre todo cuando estás en otro país. Además, hemos pasado unos años complicados y el teléfono evita la angustia de saber cómo están los tuyos.

P. ¿Le gusta estar a la última en tecnología?

R. No estoy a la última en nada, y en tecnología soy bastante reacio a los cambios.

P. ¿Cuál es el último artilugio informático que ha comprado?

R. Un pendrive, para ir y venir con mis escritos entre San Sebastián y Madrid.

P. ¿Tiene iPod?

R. Confieso sonrojado que ni siquiera sé lo que es.