"El modelo de depredación de recursos naturales debe cambiar"

Jorge Olcina (Alicante, 1966) es catedrático de Geografía Regional en la Universidad de Alicante, donde dirige un laboratorio de climatología. Acaba de publicar, dentro de la colección Geoambiente XXI, de la editorial Davinci, dos volúmenes sobre los riesgos naturales, claves para entender mejor la naturaleza y sus fenómenos.

Pregunta. ¿Por qué un libro sobre los riesgos naturales? ¿Cuál es la necesidad científica de este manual?

Respuesta. Creo que es necesario que el gran público conozca todos los aspectos que integran esta cuestión. Esta es la filosofía del libro. Que sea una publicación accesible a todos los ciudadanos, que son los que deben conocer las causas y consecuencias de los peligros naturales, para intentar reducir sus efectos.

"Actuamos de manera imprudente y luego achacamos a la naturaleza los desastres"

P. Bacon, como apunta, decía que para gobernar la naturaleza es preciso conocerla. ¿Qué le falta al hombre conocer de la naturaleza?

R. Faltan más investigaciones sobre el tema. Falta educación para el riesgo, sobre todo en un territorio como el nuestro, que es una de las zonas de riesgo más importantes de Europa. Y sobre todo falta una actitud de respeto hacia el medio natural, aspecto este último que se está ignorando últimamente. Actuamos de manera imprudente sobre el medio y luego achacamos a la naturaleza las consecuencias de los desastres naturales.

P. Usted en el libro denuncia que en determinadas ocasiones las imprudencias del ser humano en el medio físico acentúan las consecuencias de estos riegos ¿cómo debe actuar?

R. Casi siempre. De ahí el propio título del libro ¿Riesgos Naturales?, porque realmente es el ser humano el que crea territorios y grados de riesgo. Para solucionar esta cuestión se ha acudido normalmente a la obra de infraestructura, que en muchos casos es necesaria. Pero con medidas eficaces de ordenación racional del territorio, gran parte de los daños económicos y sobre todo de las víctimas humanas que originan los desastres naturales, se mitigarían en un altísimo grado. Y junto a ello, educación y comunicación del riesgo a la sociedad. Este es el aspecto menos desarrollado en nuestro país.

P. ¿Qué piensa de la política de ordenación del territorio que se está aplicando en la Comunidad Valenciana, en una zona en la que las inundaciones y las precipitaciones intensas son frecuentes?

R. Desde hace unos años es de aplicación el Patricova, que es un plan de ordenación del territorio muy eficaz para reducir el riesgo de inundaciones. El problema ya no es lo que se puede construir en el futuro, sino lo que está ya construido y en zonas inundables. Aquí no queda más remedio que la obra de infraestructura hidráulica. En el último informe del Observatorio Europeo de Ordenación del Territorio, la Comunidad Valenciana ocupa uno de los primeros lugares en cuanto a riesgos naturales se refiere. Y ello porque al ocupar espacios con riesgo (inundación, sequías, sismicidad) hemos expuesto al riesgo a grupos sociales que son vulnerables ante un episodio extraordinario.

P. Concluye el libro pidiendo un compromiso ético para la prevención de los riegos naturales, ¿cómo se debe alcanzar?

R. Entre todos, Administración, técnicos del territorio y de la protección civil, científicos, colectivos ciudadanos. Todos formamos parte de la sociedad del riesgo. El compromiso ético supone que no debemos sobrepasar los límites que la naturaleza nos presenta. Y que no debemos imputar a la naturaleza los efectos de los desastres naturales cuando está demostrado que la mayor parte de ellos ocurren por actuaciones imprudentes del ser humano sobre el territorio. Y, sobre todo, que lo más importante en el estudio de los riesgos es la defensa de la vida humana. Y si ello supone la necesidad de denunciar científicamente actuaciones ilegales, debemos asumir el compromiso de hacerlo, si, además, con ello logramos salvar vidas humanas.

P. ¿Qué fenómeno meteorológico es el que más le apasiona?

R. Si hablamos de peligros atmosféricos, sin duda las lluvias torrenciales, porque son los que con mayor frecuencia se producen en el territorio valenciano. Y porque en la Comunidad Valenciana alcanzan especial virulencia, con cifras monzónicas que la convierten en un espacio geográfico singular a nivel mundial. Pero si hablamos en general de fenómenos atmosféricos, lo que más me sorprende son los arco iris.

P. ¿Qué piensa del cambio climático, es un fenómeno real o mediático?

R. Es un fenómeno real. El clima de la Tierra siempre ha cambiado y lo va a seguir haciendo. Otra cosa es el aprovechamiento mediático del tema. Por eso hay que ser cada vez más riguroso en la transmisión de mensajes a la sociedad en esta cuestión. No podemos alarmar a la sociedad en exceso con mensajes catastrofistas porque ello puede tener el efecto contrario. Hay que educar con sensatez. Y sobre todo debemos ir pensando que el actual modelo de crecimiento económico basado en la depredación de recursos naturales y de suelo debe cambiar. Y cuanto antes, mejor.