Hipocresías
He leído en su periódico que la ciudad de Chicago, en Estados Unidos, se ha decidido a prohibir la venta y consumo del famoso foie-gras francés. Las razones esgrimidas son los métodos crueles a que son sometidas ocas y patos para obtener dicha maravilla culinaria, y, según el señor Joe Moore, porque su cultura no permite la crueldad y la tortura. Y yo me pregunto, ¿la pena de muerte, legal en algunos Estados federales de EE UU, no es la forma más refinada de crueldad y tortura?, ¿por qué no se considera tortura condenar, hacer esperar casi eternamente y asesinar a un ser humano, y sí sobrealimentar a ocas y patos para conseguir foie-gras?, ¿no es ésta una forma grotesca de hipocresía moral por parte de los que tuvieron semejante idea? Si han llegado a prohibir comer ciertos alimentos, ¿qué será lo siguiente en ser prohibido?, ¿el sexo?, ¿respirar?, ¿vivir?, y por último, ¿acaso la ciudad de Chicago no tiene problemas urgentes y difíciles como para que su Ayuntamiento dedique tiempo, dinero y trabajo a semejantes banalidades? No soy partidaria en absoluto de la tortura a los animales, pero rebajar nuestros derechos para aumentar los suyos me parece absurdo y demencial, el mundo al revés. En cualquier caso, mi más sincero pésame a aquellos ciudadanos de Chicago aficionados al foie-gras por no poder consumirlo, y mi más sincera felicitación a todos los demás que disfrutamos comiéndolo, ahora tocamos a más.
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