Tocando bajo la lluvia
Llovía, diluviaba más bien, en Madrid, y, aun así, hubo quien se acercó a semejante región más bien remota del perímetro urbano para escuchar a dos músicos de jazz tocando jazz, lo que pudiera parecer una redundancia, pero no lo es. No fueron muchos, es cierto: peor para los que se lo perdieron.
La del jueves fue una rara muestra de recogimiento en jazz. Un jazz evanescente y fuera de ninguna medida. Ni aun tocando un repertorio convencional lo pusieron fácil los protagonistas, dos músicos de personalidad acusada y tendencia a lo esotérico, lo que se llamó la "estética ECM".
Abercrombie, especie de anti-guitar hero, es músico de perfiles borrosos y andar callado, dueño de un universo poético elusivo y sutil. Inútil buscar respuestas en su ejecución (más bien uno se pregunta si alguna vez hubo una pregunta).
John Abercrombie-Miroslav Vitous Dúo
John Abercrombie, guitarra; Miroslav Vitous, contrabajo. XI Jornadas de Jazz en la Universidad Politécnica de Madrid. Rectorado. Madrid, 4 de abril.
Vitous es lo contrario: un contrabajista robusto y virtuoso con tendencia a irse de tono según se adentra en el territorio de los agudos, lo que tampoco es novedad entre los de su instrumento.
Y lo que ocurre cuando dos músicos tan suyos se juntan, que surge una música sin parangón.
De lo escuchado, mucho y bueno, uno se queda con las vaporosas Nardis y Blue in green, piezas ambas ligadas a la memoria de Miles Davis y a la de Bill Evans, el pianista, por añadidura; y, claro está, Gloria's step, compuesta por el contrabajista Scott LaFaro, que ya interpretara su discípulo Vitous en un disco histórico, Spaces.
Babelia
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