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Camps margina a Nieto para recomponer la relación con Virosque

El presidente de la Cámara de Comercio de Valencia dice que la tensión se ha acabado

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, recompuso ayer las relaciones del Consell con la Cámara de Comercio de Valencia, que preside Arturo Virosque, a costa de marginar a su consejero de Empresa, Justo Nieto. Virosque impuso ayer a Camps la medalla del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana en un acto solemne en la Lonja de Valencia en el que Nieto no tuvo el más mínimo protagonismo.

Camps y Virosque eligieron el acto de ayer para recomponer unas relaciones deterioradas por las duras críticas del dirigente de la Cámara de Comercio de Valencia hacia el consejero de Empresa. Unas críticas a la política industrial que habían llegado incluso hasta el punto de que Virosque amenazase con retirarse de los organismos de representación, como el Impiva, que dependen de Nieto. Con esta decisión de recomponer unas relaciones indispensables tanto para el Consell del PP como para los empresarios que dirigen la Cámara de Comercio de Valencia, Nieto pasó ayer por uno de esos días que es mejor ahorrarse.

El consejero llegó ayer de los últimos al recinto de la Lonja de Valencia. Allí cruzó un fugaz saludo con el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio, Arturo Virosque -que junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, aguardaba a Camps- y luego se dieron la espalda mientras Nieto buscaba un compañero de gobierno con el que pasar la incomodidad del encuentro. Apoyo que le facilitó Juan Cotino, titular de Agricultura, primero, y el vicepresidente Víctor Campos después. La llegada del presidente de la Generalitat no mejoró la posición de Nieto, al que Camps saludó tan fugazmente como el consejero había hecho con Virosque. Y cuando la comitiva avanzó hacia sus asientos quedó claro que Nieto se había vuelto invisible para muchos.

En los discursos, Camps y Virosque sellaron la reconciliación, no sólo política, sino también afectiva. El presidente del Consejo de Cámaras leyó un discurso sencillo y claro en el que desgranó varias ideas: lealtad - "sabemos que contamos con el apoyo del Gobierno autonómico para la tarea que tenemos por delante. Nosotros vamos a trabajar con lealtad y compromiso"-; afecto -"Queremos imponer esta medalla, no sólo al presidente de la Generalitat, sino a nuestro buen amigo y valedor Francisco Camps"-; y demanda de una política distinta a la practicada por Nieto -"Los empresarios nos están demandando pasar de las musas al teatro, abandonar utopías y afrontar con mayor realismo los problemas que tiene las empresas"-.

El jefe del Consell también respondió con afecto, al recordar que su padre mantiene una relación de amistad con Virosque; y voluntad de diálogo -"todos estamos llamados a entendernos"- y su voluntad de dar mayor protagonismo a las cámaras de comercio propiciando, en cuanto sea posible, su entrada en la gestión de los aeropuertos valencianos.

Al acabar el acto, y mientras el consejero de Empresa abandonaba la Lonja envuelto en una atmósfera de soledad, Virosque dejaba claro que estaba decidido a puentear a Nieto en todo cuanto pueda. "Las discrepancias por parte mía [con el Consell] se olvidan si hay entendimiento", señaló Virosque, que pidió que se formalice la renovación del convenio previsto en la ley entre las cámaras y la Generalitat. Un convenio en el que, según Virosque, "se puede plantear que algunas competencias de la Consejería de Empresa se pasen a Economía [cartera que dirige Gerardo Camps]".

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Respecto a la amenaza de abandonar el consejo del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa Valenciana (Impiva) que depende de la cartera de Nieto, el presidente cameral manifestó que la decisión final la tomarán sus compañeros en los órganos de gobierno en una próxima reunión.

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