El Parlamento de México legaliza la posesión de algunas drogas
El Senado mexicano clausuró el periodo de sesiones de la actual legislatura con la polémica aprobación de la reforma de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal, que despenaliza la posesión de algunas drogas en determinados casos. El último dictamen, aprobado con un error por la premura de tiempo, despenaliza en México el consumo con fines medicinales, por usos y costumbres en comunidades indígenas y en los casos de adicción.
La nueva ley permite la posesión personal de hasta medio gramo de cocaína, una pastilla de LSD, 0,25 gramos de heroína, cinco de opio, cinco de marihuana, un kilogramo de peyote o 250 gramos de hongos alucinógenos.
El punto que excluye de responsabilidad penal al consumidor fue advertido por varios senadores. Con el cambio introducido en la Cámara de Diputados, el artículo 478 del Código Penal Federal establece que "no se procederá penalmente en contra del fármaco dependiente o consumidor que se le encuentre en posesión de algún narcótico para su consumo personal".
Algunos legisladores de la Cámara alta señalaron que esta modificación supone de hecho abrir las puertas a la legalización de la venta de drogas. Frente a este argumento, el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara alta, Jorge Zermeño, del Partido de Acción Nacional (PAN), en el Gobierno, subrayó que el objetivo de la reforma no es llenar la cárcel de consumidores, sino atacar la venta y tráfico de estupefacientes.
La puerta falsa
La discusión entre los senadores se prolongó hasta entrada la madrugada del sábado. "No aprobemos por la puerta falsa el consumo de drogas", exclamó el senador Miguel Ángel Navarro, del Partido de la Revolución Democrática (PRD). "¿Quién vende las drogas? ¿Está autorizada legalmente por las autoridades competentes la venta de drogas?", añadió.
Finalmente, la mesa directiva del Senado recordó que el reglamento no permitía modificar una propuesta que ya había sido cambiada a su vez por los diputados. Conclusión, o se aprobada como estaba o se devolvía a la Cámara baja, donde el periodo legislativo está clausurado. Los senadores votaron la reforma, pero antes presentaron una iniciativa de ley para precisar los alcances de la ley.
Las reacciones no se hicieron esperar. La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y la Iglesia católica criticaron la ley aprobada. La jerarquía eclesiástica calificó de "preocupante" la nueva legislación, por considerar que marca "el inicio de un proceso para la legalización del uso de drogas". Martín Rábago, presidente de la Conferencia Episcopal de México, dijo que la reforma legislativa tiene el riesgo de permitir situaciones incontrolables.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.