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La Audiencia abre el juicio contra un 'ertzaina' por homicidio imprudente

El agente declara que pensó que se estaba enfrentando a un terrorista

El ertzaina acusado de matar de un disparo en la cabeza a un vecino de Beasain en 2003 declaró ayer en la primera sesión del juicio que creyó que la víctima era miembro de ETA, al tiempo que aseguró que el arma se le disparó sin que fuese "consciente" de ello y durante un forcejeo. La Fiscalía solicita para el imputado dos años de cárcel y otros cuatro de suspensión por un delito de homicidio imprudente. La acusación particular eleva la petición a cuatro y seis años, respectivamente.

Los hechos ocurrieron el 19 de diciembre de 2003. El procesado y su compañero, ambos uniformados, estaban controlando el tráfico en la N-I a su paso por Alegia. El imputado se percató entonces de que al otro lado del vial se hallaban dos vehículos parados. Le pareció que el conductor de uno de ellos estaba siendo agredido por las personas que lo ocupaban y por la víctima -José Atanes, de 43 años, natural de Ourense y vecino de Beasain-, quien se encontraba en el exterior, según declaró ayer en la vista que se sigue en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa.

El agente recordó ante el tribunal que por esas fechas sus superiores les habían aconsejado que tuviesen "más cuidado de lo normal", ya que ETA había advertido a través de un comunicado su intención de atentar contra los agentes de la policía autonómica. Así las cosas, al ver la escena de los coches, el procesado pensó que se encontraban ante un secuestro o un atentado terrorista, según aseguró ayer en su declaración. El imputado alertó entonces a su compañero y se dirigió hacia los vehículos con su arma reglamentaria desenfundada y sin seguro y gritando: "Alto Ertzaintza, al suelo".

La víctima, siempre según la versión ofrecida por el acusado, intentó meterse en el coche y, al no abrirse la puerta, se dirigió a la parte trasera para "darse a la fuga", lo que le "reafirmó en que era un secuestro, un atentado, un delito,..."

El gatillo

El ertzaina intentó en ese momento inmovilizar al hombre sobre el maletero del coche, pero "se revolvió y trató de darse la vuelta". "Me golpeó y en ese momento, no sé cómo, se me disparó el arma", sostuvo el acusado, para añadir que no se percató del disparo hasta que pasaron "unos momentos". El agente admitió que, tal y como había dispuesto el mecanismo del arma, ésta sólo se podía disparar "apretando el gatillo", aunque subrayó que el tiro no se habría producido si Atanes no se hubiera "resistido". Tras lo ocurrido, el procesado ya se dio cuenta de que no se trataba de un acto terrorista, pues el resto de las personas descendieron del coche y parecían bebidas.

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El ertzaina que acompañaba el día de los hechos al acusado en la patrulla testificó que él también creyó que se trataba de un "grupo de terroristas". Un superior de los agentes afirmó que es normal que desenfundasen el arma si pensaban que iban a repeler un acto violento.

La novia de Atanes, quien conducía el coche en el que viajaba el fallecido, y los ocupantes del otro turismo, ofrecieron una versión distinta a la del procesado. La joven aseguró que su pareja se bajó del automóvil y se dirigió al otro para preguntar a sus amigos por qué se paraban. Al parecer, querían concretar dónde iban a tomar una consumición.

La mujer negó que su novio se hubiese resistido o golpeado al ertzaina. Al contrario, indicó que el agente golpeó a Atanes con la pistola en la cabeza antes de que se produjera el disparo.

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