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Abertis y Autostrade alumbran el mayor grupo de autopistas del mundo

La fusión creará una empresa con capital mayoritariamente español y sede en Barcelona

La española Abertis y la italiana Autostrade alumbraron ayer el mayor grupo de autopistas del mundo, con un valor en Bolsa de 25.000 millones de euros. Los consejos de administración de ambas empresas, que aceleraron sus intermitentes conversaciones poco antes de Semana Santa, dieron luz verde a una "fusión entre iguales", que se realizará mediante un canje de una acción de Abertis por otra de Autostrade. El capital español tendrá mayor peso que el italiano en la nueva empresa, que se llamará simplemente Abertis y tendrá sede en Barcelona. Su consejero delegado será Salvador Alemany.

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La nueva Abertis, que estará presente en 16 países y en la que trabajarán 20.000 personas, gestionará la red de autopistas de peaje más larga del mundo, con 6.713 kilómetros, y alejará hasta el año 2037 el horizonte para el vencimiento de sus concesiones. Los ingresos agregados del gigante sumarán 6.000 millones de euros, con un resultado bruto operativo (Ebitda) de 3.800 millones.

La operación ha sido una gran campanada. Es cierto que las conversaciones sobre una posible fusión entre el grupo italiano y el español han seguido un recorrido similar al Guadiana. Se hablaba de ello y luego se dejaba de hablar. Pero ahora casi todas las miradas al exterior de Abertis parecían concentradas en hacerse con las concesiones de autopistas de su hasta ahora primer accionista, la constructora ACS, y en la digestión de la compra de la francesa Sanef. Esta última adquisición, que ha puesto en manos de Abertis el control de un 22% de las vías de peaje de Francia, ha sido definitiva para que, en tamaño, Abertis y Autostrade pudieran hablar de tú a tú.

Fusión entre iguales

La operación que los consejos de administración de ambas empresas analizaron durante tres horas en la tarde de ayer es un proyecto que, por algunos elementos de su diseño -la sede, la gestión o el peso accionarial- ha levantado recelos en Italia.

Se presenta como una "fusión entre iguales", de carácter amistoso, que da lugar a un nuevo grupo con un valor de 48.000 millones de euros. Esta cifra incluye la capitalización bursátil de ambas compañías más la deuda agregada, que asciende a cerca de 23.000 millones de euros.

Los accionistas españoles -liderados por la constructora ACS, con un 12,5%, y La Caixa, con un 11,7%,- controlarán de forma directa un 29,9% del capital del nuevo grupo, aunque su primer accionista será la sociedad Schemaventotto, núcleo duro del accionariado de Autostrade, con un 24,9%. Sin embargo, como Abertis mantiene el 13,3% que ya poseía en Schemaventotto, cuyo primer socio es la familia Benetton, el peso español supera el 30% del total.

La gestión quedará en manos de Salvador Alemany, que, como consejero delegado, desempatará a favor del grupo español el reparto de asientos en el nuevo consejo de administración, de 23 miembros. La elección de Barcelona como sede corporativa (Autostrade mantendrá en Roma su sede operativa) se explica en parte por razones fiscales -la legislación sobre la amortización del fondo de comercio es más favorable en España- y, sobre todo, porque Abertis hace valer que esta ciudad alberga todas sus unidades de negocio (autopistas, telecomunicaciones, aparcamientos, logística y aeropuertos).

No se trata de una compra, subrayó el grupo español, razón por la que no habrá necesidad de que Abertis acometa ninguna ampliación de capital extraordinaria. La fusión amistosa se realizará vía un canje de acciones de una por una. Aunque, para poder realizar el intercambio en situación de equilibrio, antes los accionistas de Autostrade recibirán de esta empresa un dividendo de 3,75 euros por cada título.

Copresidencia

La presidencia será compartida entre Gian Maria Gros Pietro, presidente de Autostrade, e Isidre Fainé, presidente de la compañía española, director general de La Caixa y quien, ayer, antes de la luz verde a la operación pero cuando ya había trascendido la inminencia de un acuerdo, se dio un baño de sonrientes saludos y apretones de manos en la recepción de la Generalitat con motivo de la Diada de Sant Jordi. Ambos presidentes subrayaron anoche que el grupo "será uno de los motores de desarrollo de la economía" de España e Italia. El nuevo gigante contará, además, con dos vicepresidentes. El primero, Florentino Pérez, presidente de ACS. Para el otro puesto se perfila el primer ejecutivo de Autostrade, Vito Gamberale.

Si la operación no encuentra trabas en las autoridades de la competencia, el grupo de infraestructuras mediterráneo que tenían en la cabeza Fainé y Alemany será una realidad este año.

Considerando que el negocio de Autostrade se limita a las autopistas -el grupo italiano sí cuenta con una filial de nuevas tecnologías con sede en Florencia, especializada en el desarrollo del telepeaje-, la diversificación de Abertis parece quedar eclipsada con esta megaoperación. Las autopistas sumarán un 88% de los ingresos; la mitad de ellos, de Italia. Pero Abertis no cambia de filosofía. Sólo actúa "cuando surge una oportunidad".

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