Ruptura entre el PP y el PSOE sobre la reforma del Estatuto balear
Discrepan sobre la separación del Consejo de Ibiza y de Formentera
El PP y el PSOE de Baleares quedaron ayer enfrentados tras siete horas de negociaciones sobre la reforma del Estatuto de autonomía. Las grandes cuestiones, incluida la financiación, están pactadas, pero el acuerdo se rompió por el empeño del PP en crear ya un Consejo de Formentera independiente del de Ibiza, algo que, según los socialistas, les perjudica electoralmente. El proyecto debería ser remitido a las Cortes en junio.
La ruptura sucedió en la comisión de políticos, al reabrir el PP este apartado del reparto de poder insular ya cerrado en la ponencia parlamentaria. La modificación altera el equilibrio institucional: el PP quiere la configuración de un Consejo de Formentera independiente del Consejo de Ibiza, aplicable en las próximas elecciones municipales y autonómicas. El martes se reúne la ponencia en una sesión final.
"El consejo de Formentera, con plenas competencias y en esta legislatura es irrenunciable para el PP", aseguraron sus portavoces, la vicepresidenta del Gobierno, Rosa Estarás, y el coordinador Joan Huguet.
"El PSOE, con la nueva propuesta que separa al diputado de Formentera del Consejo de Ibiza, no firmará ni votará la reforma", afirmó Francina Armengol, líder socialista. IU-Els Verds y el PSM de Mallorca y Menorca coinciden con los socialistas. Unió Mallorquina no tiene una posición precisa.
El PP, según Armengol, "dijo que no aprobará la reforma del Estatuto en solitario, sin nosotros". Los populares explicaron que mantendrían este punto y ponderaron los avances globales en los bloques centrales.
Desde 1983, por el Estatuto balear, Ibiza y Formentera tienen un único consejo. En la ponencia se había aprobado, con un texto del PP, la transformación progresiva del Ayuntamiento de Formentera en consejo, con un periodo de cuatro años de transición para asumir atribuciones, sin disgregar la representación actual ni el reparto de escaños del Parlamento.
La nueva fórmula del PP supone que el diputado único de Formentera -de 7.000 habitantes y con una tradición de voto a la izquierda- no se integrará en el Consejo de Ibiza, de hábito más conservador. El PSOE supone que esta operación puede perjudicar sus intereses en el consejo ibicenco.
En la isla de Ibiza, con 100.000 habitantes, se vive una dilatada contestación popular a los proyectos de autovías, que logró movilizar un día al 20% del padrón. El PP cree que el PSOE alienta las protestas por motivos electorales. Y los socialistas opinan que los populares temen que el voto del diputado de Formentera altere la mayoría del consejo de Ibiza y Formentera.
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