Rusia rechaza tajantemente el uso de la fuerza contra Irán
Rusia reiteró ayer su categórica oposición a usar la fuerza para solucionar la crisis desatada por el programa nuclear de Irán. El Kremlin también está en contra de aplicar sanciones a ese país y sostiene que el conflicto puede ser superado con éxito sólo por la vía diplomática.
Al mismo tiempo, el Gobierno ruso está decidido a continuar su colaboración en el campo de la energía nuclear para usos pacíficos con Teherán; es decir, construir centrales nucleares e ir adelante con la venta de sistemas antiaéreos que los iraníes podrán utilizar para defenderse en caso de ataque.
"Consideramos que un conflicto militar es inadmisible y que con medios militares no se pueden resolver los problemas de Irán sobre la no proliferación. Por ello, estamos categóricamente en contra del uso de la fuerza", declaró ayer Serguéi Kisliak, viceministro de Exteriores.
Kisliak ha sido el anfitrión de la delegación iraní que llegó a Moscú inmediatamente después de las consultas realizadas en la capital rusa con China, EE UU y la troika europea, compuesta por Alemania, Francia y Reino Unido, el martes pasado. La delegación, que se reunió, según Teherán, con "miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania", continuó ayer viaje a Viena, sede del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), para "mantener consultas sobre el programa nuclear" con los europeos.
Para Kisliak, "en ningún caso puede haber una solución militar al problema nuclear iraní". "Las situaciones sin salida no existen. Siempre es posible encontrar una solución diplomática. Y precisamente en esta dirección trabajaremos", afirmó. Al mismo tiempo, Kisliak hizo un llamamiento a Irán para que congele sus actividades de enriquecimiento de uranio y colabore más estrechamente con el OIEA.
Sanciones
Borís Spasski, subsecretario del Consejo de Seguridad ruso, señaló, por su parte, que en estos momentos para el Kremlin no existe el problema de introducir o no sanciones contra Irán. "Es un problema que no está en nuestra agenda; es algo que no discutimos", aseguró. EE UU, que está convencido de que Irán desea producir armas nucleares, es partidario de introducir sanciones contra Teherán si no suspende el enriquecimiento de uranio y las investigaciones científicas en este campo, pero a ello se oponen tanto Rusia como China.
Nicholas Burns, subsecretario de Estado norteamericano, propuso ayer que se aplique a Irán un embargo de armas si no interrumpe sus planes nucleares, informa France Presse. El Kremlin no es partidario de esta opción: posee intereses económicos en Irán, al que vende armas y donde está construyendo una central nuclear, con planes de levantar otras. Spasski insistió en que no ve impedimentos para entregar a Teherán misiles antiaéreos Tor-M-1, que son armas exclusivamente defensivas. Pekín, por su parte, necesita del petróleo iraní para su desarrollo económico.
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