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La ONU advierte que millones de refugiados son víctimas de la intolerancia y el temor al terrorismo

Un informe de ACNUR refleja que la cifra de desplazados por las guerras se ha disparado

El número de comunidades desplazadas de sus hogares en guerras civiles y persecuciones internas se ha disparado en el último quinquenio, frente a un descenso global de los refugiados y solicitantes de asilo, según un análisis del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que fue presentado ayer en Londres. António Guterres, alto comisionado, identifica la precaria situación de los desarraigados como el "mayor fracaso" de la comunidad internacional. "Son víctimas del terrorismo", del egoísmo de los países ricos y del creciente número de medidas restrictivas adoptadas para limitar el acceso al derecho de asilo, dijo el ex primer ministro portugués.

El informe de ACNUR -La situación de los refugiados en el mundo: desplazamiento humano en el nuevo milenio-, publicado en inglés por Oxford University Press, calcula que el número de refugiados ha descendido en los últimos años, pasando de 12 millones en 2000 a 9,2 millones de personas en la actualidad.

Es la cifra más baja en 22 años y contrasta con los casi 18 millones de refugiados registrados en 1992. La solución de los conflictos en países como Afganistán, Angola y Sierra Leona ha favorecido los movimientos de repatriación y la mejoría en las estadísticas de los exiliados oficialmente reconocidos en la Convención de la ONU sobre Refugiados de 1951.

Ha crecido, sin embargo, el número de desplazados dentro de su propio país a consecuencia de las guerras civiles y persecuciones internas. Entre ellos, el informe apunta a Congo y Sudán, en cuyos territorios la población desarraigada se estima en 7,5 millones de personas. "Gente que hubiera buscado seguridad en los Estados vecinos se ve forzada con creciente frecuencia a permanecer dentro de las fronteras de su propio país, a menudo en condiciones similares a las de los refugiados", advierte en la introducción del informe António Guterres, alto comisionado del organismo de la ONU.

El informe estima que existen actualmente 25 millones de personas desplazadas de sus hogares "en urgente necesidad de socorro", pero fuera del amparo de la Convención Internacional sobre los Refugiados. Y de acuerdo con Guterres, la actuación colectiva humanitaria frente a estas oleadas de desplazamientos, o exilios internos, supone "el mayor fracaso" de la comunidad internacional.

"En algunas circunstancias, el Gobierno es parte del problema y no parte de la solución", resaltó en Londres el alto comisionado. El organismo de la ONU está ya involucrado en programas de ayuda a los desplazados, pero, según recordó Guterres, la solución del problema requiere "perspectivas flexibles" por parte de la comunidad internacional.

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ACNUR relaciona específicamente el descenso del número de refugiados con las "crecientes medidas restrictivas" que los diferentes países imponen en sus fronteras para controlar la migración económica y salvaguardar su seguridad.

Las trabas fronterizas vienen agudizándose desde los atentados islamistas del 11-S en EE UU, con el consiguiente detrimento de los solicitantes genuinos de asilo político. "Es importante combatir la intolerancia y desafiar la noción de que los refugiados y solicitantes de asilo son agentes de inseguridad en vez de sus víctimas", advierte el alto comisionado.

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