Rafa Rueda lanza un nuevo disco de ascendencia británica

Rafa Rueda no para. El músico vizcaíno parece vivir un momento dulce y ha decido exprimirlo sin apenas descanso. Desde que hace tres años pusiera en circulación su estreno en solitario, Kea, ha tenido tiempo para publicar el quinto disco del grupo que le dio a conocer, L.T.; embarcarse en Zaharregia Txikiegia Agian con Mikel Urdangarin, Kirmen Uribe, Bingen Mendizabal y Mikel Valverde; y componer una opereta dedicada a Lauaxeta y cantada por los vecinos de Mungia.

También ha coordinado un disco homenaje al poeta vizcaíno, ha producido a Txuma Murugarren y se ha integrado en la banda de acompañamiento de Urdangarin. Por si todo eso fuera poco, acaba de editar su segundo álbum como solista.

Saredun eskua (Gaztelupeko Hotsak) es el título de esa grabación en la que los distintos proyectos aludidos le han ayudado a "desarrollar el concepto". El resultado es, según su propio autor, una muestra de "pop, principalmente, con algún toque de rock", un disco de pop rock que, pese a los antecedentes de su responsable, apuesta mucho más por las melodías y los esqueletos acústicos que por la contundencia y la electricidad de antaño. "Me siento muy a gusto, me divierto mucho jugando con las melodías, y el pop es el género de música popular en el que el juego con las melodías es más evidente", justifica Rueda, quien señala el cambio de músicos la principal diferencia entre sus dos discos.

Tras desnudarse "musical y literariamente" en su primera entrega, esta vez Rafa Rueda ha contado en el apartado lírico con la ayuda de Edorta Jiménez, Unai Iturriaga, Jon Benito, Gotzon Barandiaran y Kirmen Uribe. Cada uno ha cedido un texto a "una apología de las cosas pequeñas, que muchas veces pasan desapercibidas y luego, a posteriori, nos arrepentimos de no haberles prestado la atención que se merecían".

Rafa Rueda dice identificarse con la "idea poética y romántica" del cazador de mariposas, "que busca pequeñas cosas con vida", y ha contado con la colaboración de Alos Quartet y del trompetista neoyorquino Chris Kase.