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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Preocupados por la educación

Se ha celebrado en Barcelona, días atrás, un ciclo de conferencias sobre la educación, en el que han intervenido diversos especialistas internacionales. Desde hace un tiempo, la educación está de moda en el país y constituye uno de los temas ordinarios de debate. No pasa semana sin que se hable del asunto, y se publiquen en la prensa diferentes artículos opinando cómo debe ser la educación. La sensación de que nuestra enseñanza no funciona o, al menos, no lo hace como debiera, se ha instalado en la sociedad. Desde que se conociera el famoso informe Pisa, no hemos dejado de discutir sobre la cuestión aunque parece que sin resultados constatables. Los sucesivos cambios legislativos, tan contrarios unos a otros, han creado una sensación de desorden que es la que parece dominar en este momento.

Quizá el principal problema de la enseñanza radique en que los propios expertos no logran ponerse de acuerdo en cómo podría mejorarse. No hay una postura clara sobre el tema, que se imponga con fuerza sobre las demás. Si acudimos a los artículos y a los libros que se publican proponiendo soluciones, nos encontraremos con recetas diferentes, en las que apenas se encuentran coincidencias. Unos asegurarán que el problema estriba en la calidad del profesorado, al que deberíamos formar mejor. Otros atribuirán el fracaso a la falta de dinero y argumentarán que la solución consiste en aumentar las inversiones. Aquellos juzgarán que el problema son los jóvenes, aquejados de indolencia. Mucho menos se hablará de la responsabilidad de los padres y de la propia sociedad. No, no es una tarea sencilla mejorar el estado de nuestra educación y tal vez se deba a ello el fracaso de las leyes con las que se pretende enderezar el asunto.

Si miramos hacia la Comunidad Valenciana, veremos que los problemas son prácticamente los mismos del resto del país, si bien con algunas características propias. Aunque la importancia de la educación es reconocida por todos, sólo es así en teoría. En el momento en que decidimos comprobarlo de una forma práctica, advertimos que comienzan las dificultades. Por ejemplo, si preguntamos al consejero señor Font de Mora sobre la cuestión, nos dirá que la enseñanza es una de las prioridades del Gobierno valenciano. No cabe duda de que esto es así, pero existe, sin embargo, el problema de que ese interés no se ve reflejado en por ninguna parte. Desde luego, no se corresponde con lo que a diario cuentan los periódicos sobre el asunto: bajas de personal que no se cubren, o que se cubren con retraso, centros envejecidos con instalaciones deficientes y faltos de bibliotecas o de gimnasios, barracones que se multiplican porque los colegios previstos no acaban nunca de construirse...

Tampoco sería probable que en la Comunidad Valenciana se celebrara un ciclo de conferencias como el que mencionaba al comienzo de este artículo. Yo no veo a los empresarios valencianos preocupados por la educación, al menos hasta donde a mi se me alcanza. En Cataluña, sin embargo, han sido los socios del Cercle de Economía quienes lo han organizado. No es que a los empresarios catalanes les guste pasar el rato hablando sobre educación. Nada de eso. Lo que les impulsa es la necesidad de disponer de mano de obra cualificada, y saben que para ello es necesario que la enseñanza funcione. Detrás de su gesto hay una preocupación muy real por el futuro. Es lo que ha venido a decir el presidente del Cercle, el editor José Manuel Lara: "O competimos con industria y servicios de alto valor añadido o no podremos competir con nada, y eso sólo se consigue con un alto nivel de formación". Claro que la primera industria de Cataluña no es la construcción.

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