Placebo arrasa con sus temas de 'Meds', llenos de 'confusión'
El grupo, número 1 en las listas europeas, actuará en verano en cuatro festivales españoles
Placebo celebra sus 10 años de aventura discográfica con un gran empujón de la audiencia europea. Su última entrega, Meds, en la que colabora Michael Stipe, líder de REM, se ha colocado en el número uno en las listas de ventas de siete países. "Lo hemos conseguido sin comprometer nuestra integridad creativa", resalta en Londres el vocalista de la banda, Brian Molko. El trío prepara una gira veraniega que recalará en cuatro festivales de España.
"En la era de Internet se ha perdido el misterio. La gente se cree con derecho a saber todo sobre los que asoman en la pantalla"
Frente a una botella de Burdeos, en un hotel de diseño londinense, los tres integrantes de Placebo festejan el éxito de su nuevo disco, el quinto con temas originales en sus 10 años de carrera discográfica. En la semana de su lanzamiento, Meds lideró las ventas en siete países y llegó al número 1 en la lista de la edición europea de la revista Billboard.
"Son las mejores canciones que hemos compuesto y entramos en el estudio con mucha confianza. Pero la música provoca reacciones muy personales y emocionales, y no sé por qué el disco está funcionando tan bien. Debe deberse a la combinación de 10 años de trabajo duro con mucha determinación, fe ciega y una negativa a claudicar pese a que la mayoría de nuestros contemporáneos desaparecieron de la escena hace tiempo", explica Molko, cantante y portavoz de la banda.
"Trabajamos orgánicamente, sin ideas ni conceptos preconcebidos. La clave consiste en mejorar sin repetirnos y retándonos mutuamente. El público es inteligente y fácilmente se daría cuenta si les presentáramos otro Nancy boy", añade el bajista Stefan Olsdal, refiriéndose al ya clásico tema del disco con el que debutaron.
Ambos músicos compartieron escuela en Luxemburgo y de un encuentro casual en Londres nació Placebo, en 1994. La alineación sigue tan internacional como en sus orígenes: Molko es estadounidense; Olsdal, sueco, con Madrid como segunda morada tras Londres; Steve Hewitt, batería, es inglés.
Molko compara la creación de un disco con un rompecabezas en el que las piezas van agrupándose por sí mismas y creando una imagen. "En esencia, somos esclavos de las canciones. Seguimos el camino que van trazando por sí mismas. Algunos temas de Meds los compusimos hace seis meses, otros hace seis años. Eso no implica que los rechazáramos en su día, sino que instintivamente supimos que no eran los correctos para los discos anteriores. Damos prioridad al contexto, especialmente al escoger qué temas vamos a editar. Un álbum debe tener cohesión temática y musical", explica el vocalista.
Molko habla sin respiro, sin dar baza a sus socios. "Meds va de anestesia. Los personajes de cada canción están en conflicto interno y recurren a diversos medios anestésicos para sobrevivir. Preside por encima de todo la confusión, un mal extremadamente moderno, que hace del álbum un referente modernista. Nunca escribimos sobre utopías de amor o evasión, sino sobre qué significa existir en el mundo actual en nuestra capacidad de animales emocionales", define.
Confusión es una herramienta recurrente en Placebo. Molko proyecta al exterior una imagen andrógina, una confusa identidad sexual que no está dispuesto a aclarar. Por lo pronto, advierte de que invitar a Michael Stipe a cantar a dúo Broken promise, tema incluido en Meds que versa sobre el adulterio, "nada tiene que ver" con la sexualidad de ambos. "Es una versión moderna de un concepto clásico en la historia de la canción. Pienso que es la primera vez que lo protagonizan dos varones en vez de un hombre y una mujer", presume. "Yo tengo un hijo, pero la paternidad no significa necesariamente que no soy homosexual. El ser humano es muy complejo", añade.
"Es una cuestión de privacidad. Por expresar artísticamente mi perspectiva personal del mundo, por ganarme la vida operando en la esfera pública, para que se aprecie mi trabajo, no creo que sea necesario exponer en la paleta absolutamente todo acerca de mi persona y de mi personalidad. El misterio y la privacidad se han perdido en la era de Internet. La gente se cree con derecho a poseer y a saber todo sobre los que asoman en la pantalla. Pero nosotros somos músicos, no políticos. Somos artistas, no activistas. No pregonamos sobre los valores familiares; simplemente, expresamos nuestra opinión".
Olsdal acepta abiertamente su homosexualidad y, en un despiste del cantante, consigue meter una apostilla. "Existe todavía mucha represión. Hay mucha gente conservadora, de creencias religiosas extremas, que opera contra los gays. Para un artista popular es más conveniente callarse la boca en temas relacionados con la política y la sexualidad", advierte.
El larguirucho bajista tiene previsto pinchar música en mayo en un par de salas de Madrid antes de actuar, en el mes de julio, con el resto de Placebo, en los festivales Do Norte (Vilagarcía de Arousa), Natural (Almería), Live (Bilbao) y FIB (Benicàssim).
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.