La designación del presidente de la gestora marbellí genera la discordia entre los partidos

Los líderes políticos regionales se enzarzaron ayer en la polémica que iniciaron el martes sus colegas provinciales sobre el partido que propondrá al vocal independiente y de reconocido prestigio que dirigirá la comisión gestora de Marbella. El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, no aclaró si el viernes pasado pactó con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, que la persona que encabezará el órgano que sustituirá a la corporación marbellí disuelta tras la operación Malaya saldrá de la lista del PSOE, y afirmó que sólo acordó que se tratará de un condidato "de consenso".

"Yo sé en qué quedé con Chaves y el sabe en qué quedó conmigo", aseguró Arenas, que sólo abandonó el tono de misterio para decir que tiene "dos ideas claras" sobre el presidente de la comisión gestora. La primera es que esta persona "no es el alcalde, ya que no ha sido elegido en las urnas, y por lo tanto no puede tener sus competencias". Y la segunda es que el nombramiento debe contar con el apoyo unánime de los partidos: "Eso le dije a Chaves desde el primer día y lo mantendré con hasta el final con todas las consecuencias", afirmó el líder popular andaluz en Huelva.

Arenas hizo suya la postura defendida el martes por el presidente del PP malagueño, Joaquín Ramírez, de no proponer una lista de nombres para integrar la gestora hasta que se conozcan "cuáles son sus competencias y que régimen jurídico afectará a sus miembros". Precisamente, ayer se reunió por segunda vez el comité técnico encargado de redactar el reglamento de funcionamiento del órgano de gobierno accidental. Del espíritu de esta norma, sin precedentes en el derecho español, sólo se supo ayer que busca una "fórmula de gestión colegiada" y "huye del sistema presidencial que atribuye al alcalde muchas atribuciones" en el gobierno municipal.

La comisión gestora estará formada por 16 personas, de las cuales seis serán propuestas por el PSOE, seis por el PP, dos por el Partido Andalucista (PA) y dos por Izquierda Unida. El coordinador regional de esta coalición, Diego Valderas, acusó ayer a Arenas de estar instalado en la estrategia de "obstaculizar" la puesta en marcha de la gestora al negarse a ceñirse al calendario propuesto para su formación por el presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón, que pretende proclamar a los gestores el miércoles 19 para que tomen posesión el día 21.

Mientras tanto, el consejero andaluz de la Presidencia, Gaspar Zarrías, aseguró que desconoce quién va a ser la persona propuesta para presidir la gestora del Ayuntamiento de Marbella, aunque insistió en que deberá ser una persona "con el prestigio necesario" para recabar el mayor apoyo posible. Zarrías manifestó que si el PP no "colabora" en la instauración de la comisión significaría que "Marbella le da igual y que tenían el objetivo, que se le ha truncado, de quedarse" con esta localidad.

Fuera de los partidos encargados de nombrar a la gestora, el diputado de Los Verdes, Francisco Garrido, reclamó que el PA se quede fuera de la gestora porque "sería como colocar al conde Drácula como portero de un banco de sangre". Garrido hacía referencia a que los andalucistas "han permitido que sus concejales participaran de la operación que dio lugar a la continuidad del gilismo", con la firma de la moción de censura que aupó a la encarcelada Marisol Yagüe a la Alcaldía de Marbella.

Por otra parte, el presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, Ricardo Arranz, consideró "una lástima" que "los políticos intenten sacar partido de una situación tan desagradable y preocupante" como la que atraviesa Marbella, tras la disolución del Ayuntamiento.

El presidente de los urbanizadores señaló respecto al expediente de retirada de las competencias urbanísticas del Consistorio, que la Junta de Andalucía "debería dar un margen de confianza a la ciudad y esperar a que se constituya el nuevo gobierno el próximo año, para ver su funcionamiento antes de actuar".